¿Qué es el amor para Park Jimin? »Jikook/Kookmin libro #3

Whalien 52

Jimin siempre ha sido un chico inquieto, risueño, divertido, un alma libre que siempre mostraba una sonrisa.

Él no era el mejor en clases, no era de los más bellos ni tampoco de los más inteligentes. A Jimin se le complicaban mucho las matemáticas y todavía más la historia. A veces no comprendía lo que el maestro le explicaba, otra veces pedía ayuda a sus compañeros pero terminaba más confundido que el principio.

Este pelinegro no era perfecto, incluso era el chico más hiperactivo de su clase. Taehyung y él eran conocidos por ser los más inquietos, aquellos que nunca se callaban. A veces sus compañeros los mandaban a callar y otras veces éstos los miraban con rareza. Ellos sólo disfrutaban de ser felices, ¿Que estaba mal con eso? Al parecer los demás no lo comprendían y siempre miraban a ese pequeño dúo como algo irritante.

A Jimin no le importo mucho la opinión de los demás, a Taehyung tampoco, así que siguieron siendo felices en su propio mundo, eran mejores amigos después de todo.

Sin embargo, llegó el tiempo de elegir una preparatoria, una escuela donde lo más probable es que se separaran, y así sucedió, Taehyung tomó una opción diferente a Jimin y decidieron estudiar en colegios diferentes. Por otro lado, ninguno de los dos cortó la comunicación, siguieron viéndose los fines de semana y días que tenían libres, pero no era lo mismo.

Taehyung ya tenía muchos amigos en el colegio, al igual que Jimin, pero en el caso de Jimin era muy diferente. Sus nuevos amigos encontraban irritante que hablara mucho y se riera de cualquier estupidez que pasaba por su mente, le hacía falta Taehyung. Los nuevos amigos no comprendían su personalidad y poco a poco lo fueron excluyendo.

Y ahí es donde Jeon Jungkook aparece en la vida de Jimin.

Con un metro y setenta y ocho centímetros, el chico era hermoso, el más lindo que vio después de su amigo Taehyung. Tenía cabello castaño, dientes de conejo y un cuerpo para morirte. Jungkook era una persona normal, reía junto a sus compañeros y hacía bromas sobre algún chiste o situación cómica, todos querían a Jungkook.

¿Cómo no quererlo? Jungkook era un chico perfecto, y por primera vez en su vida, Park Jimin fue una persona tímida. No se acercaba a Jungkook para nada, no le hablaba, sólo lo observaba todos los recesos cuando estaba solo. Nadie se despegaba de el castaño, todos lo seguían como abejas a miel, como señoras al buen fin, como los gringos al Black Friday. Era imposible hablarle sin ser descubierto y humillado por sus compañeros.

Un día sólo basto para que la sonrisa de Jimin regresara y ese niño risueño despertara de su siesta.

Jungkook llegó a él y le hablo como si fueran amigos de toda la vida. Platicó con él sobre política, literatura, música y todos esos temas que a Jimin le apasionaban, mencionó que siempre lo veía solo y la mayoría de las veces deseaba hablar con él. Su amor platónico le habló de deportes, matemáticas e historia, esos temas que Jimin no comprendía, esos que siempre parecían estar en chino. Pero de la boca de Jungkook procesó y comprendió cada palabra, hasta quedó fascinado sobre la historia de la Segunda Guerra Mundial ya que él sólo conocía la Segunda Guerra Mundial Mágica, la de Harry Potter, pues.

El amor para Jimin es cuando Jungkook le explica esos complicados temas de matemáticas, cuando le traduce todos esos temas hablados en chino al perfecto español. Es cuando Jungkook le dice que nunca deje de hablar, cuando lo escucha y ríe junto a él.

El amor para Jimin es cuando Jungkook está junto a él y lo escucha atentamente cuando habla de lo que le apasiona, la literatura.