Aquella noche no tenía muchas ganas de salir. Era el cumpleaños de quince de una amiga de la infancia que no veía hacía mucho tiempo, pero como mi amiga Daniella me había prácticamente obligado a ir decidí no dejarla sola.
Eran las 22:30 cuando salimos a buscar a Florencia, quien vivía en el mismo edificio de mi amiga. Al llegar nos encontramos con todos los chicos del edificio que iban en la puerta, los cuales conocía desde siempre menos a David, el cual iba con nosotras pero me cayó muy bien. Al entrar a la casa de Flor ella estaba acomodando la corbata de un chico estatura media, vestido de traje, y pelo oscuro, sumamente prolijo. Por educación lo saludé al igual que saludé a los papás de Flor pero a diferencia de los padres de mi amiga él me sostuvo la mirada por un largo tiempo.
En ese momento tan incómodo llega David para cortar ese clima tan tenso.
-Chicas ya se están yendo todos, deberíamos ir saliendo también... Ah Dan, tus amigos te están esperando en el auto.
En ese momento su nombre me sonó de alguna conversación que había tenido con Daniella pero no le di importancia, quería salir de ahí mismo y llegar para bailar toda la noche.
Algo que me encantaba era bailar en fiestas, era la que iniciaba siempre coreografías fáciles para que todos las pudieran seguir. Hasta cuando la pista estaba vacía y la gente se estaba yendo yo seguía bailando. Menos ese día.
Al llegar a la fiesta y sentarnos a esperar a que el baile empezara ese chico Dan me seguía mirando muy fijamente mientras yo hablaba con sus amigos.
Siempre fui de sacar conversaciones fácilmente, de socializar muy rápido y eso fue algo que Dan admiraba de mi.
Bajaron las luces y la música subió, era el momento en el que yo comenzaba mi noche, después de tomarme un buen trago de vodka que habían traído los chicos me fui a la pista con mis amigas.
Durante las siguientes 4 horas no paré de bailar y la verdad es que no me cansaba, tenia 14 años tenía muchísima energía que gastar.
Al escuchar una voz en mi oído me giré instintivamente y me topé con unos ojos color café con pestañas gigantes que me miraban profundamente. Siendo sincera en ese momento me perdí en sus ojos, tanto que no escuché lo que me dijo.
-¿Puedo o no?- Me dijo y yo no sabía que decirle.
-Si?...- No sabía si estaba respondiendo bien pero al ver que se puso a bailar a mi lado supuse que había dicho lo correcto.
-¿Por qué no te conocía desde antes? Digo, si sos amiga de todos mis amigos y yo soy amigo de tus amigos, es algo raro que no nos conociéramos, no?- su voz cerca de mi cuello por culpa de la música fuerte me erizaba la piel, era dulce y varonil a la vez.
-No sé, supongo que el destino no nos quería cruzar hasta hoy- dije un poco lejos porque tanta cercanía me producía incomodidad.
Siempre fui una persona muy reservada, seca o fría como muchos me dicen, pero solo había una sola forma en la que podía expresarme o decir lo que sentía y era con la música. Al escribir y cantar podía liberar todo lo que pasaba en mi cabeza y corazón. Por ese motivo había creado a "Bajamos" mi primera banda con mis amigos Wallie, Ivo y Andy.
Y en ese momento sentía que la música no me estaba atrapando y sabía la razón, Dan me distraía.
Decidí ir a tomar algo para pensar en que me estaba pasando porque no lo entendía. Volví a la pista luego de un rato con la mente despejada pero al poco tiempo prenden las luces ya que la cumpleañera iba a cortar la torta.
Ese era el peor momento, para mi, de la fiesta. Por eso me senté lejos, en unos cómodos sillones a conversar con Cam, una chica unos años más grande que conocía de la escuela.
-Veo que le caes muy bien a Dan, no para de hablar de vos. - al decirme eso me asustó pero a la vez me alivió y no sabía porqué.
-¿Quién es Dan?- me hago la distraída pero alguien responde mi pregunta al instante.
-Yo... ¿Tan rápido te olvidas de las personas?- gracias a que ese lugar del salón estaba oscuro no se notó que mi cara estaba completamente roja de la vergüenza.
No me di cuenta que en el instante que Dan llegó a interrumpir mi paz y mi charla con Cam ella se había esfumado, es que me confundí...- mentí y al ver que se había dado cuenta largué una carcajada.
-Veo que no sabes mentir y que tenes una sonrisa muy linda.- en ese mismo momento llega David a decir que había perdido sus llaves... Gracias David.
-Chicos me ayudan a buscar mis llaves, las perdí por acá pero no veo nada.
-Claro, creo que están acá, veo algo que brilla- dice Dan y efectivamente eran las llaves de David.
-Gracias, de que hablan?- maldito curioso
-Del calentamiento global David... Hablando de eso, tengo frío. -aparte de ser muy cortante a veces solía ser muy friolenta y más en septiembre.
Al terminar de decir eso llega Matias, un chico del edificio.
-Yo te abrazo pequeña.- a Matias lo conocía hacía muchísimo tiempo, era como un hermano ya, pero su abrazo no me sirvió de mucho ya que fue un abrazo fugaz.
-David quiero torta, vamos a buscar?
-Si, yo también quiero, vamos.
Al ver que había quedado sin manta humana Dan se sienta a mis espaldas y me abraza.
Nunca había sentido lo que sentí en ese momento. Me corrió una especie de electricidad desde el estómago hasta el pecho al sentir su cuerpo pegado al mio. Estuvimos en esa posición unos 10 minutos que parecieron 2 segundos. Era una sensación hermosa que no quería que terminara. Pero Dan rompió la tensión acercándose a mi mejilla y dejando pequeños besos en ella que fueron bajando hasta el cuello.
Estaba en el paraíso y no podía más, giro mi cabeza y veo esos ojos que me miraban con esa profundidad que me hacía temblar y sus labios logran tocar los míos. Fue un beso suave y tierno pero largo. Fue el mejor beso que me han dado en mi vida, sentí por un momento que solo estábamos nosotros dos, que no existía más nadie. Al separarnos nos miramos por unos segundos y sonreímos, sonreímos porque era increíble, ese mismo día nos conocimos y ya sentía que iba a ser una linda historia que algún día le iba a contar a mis nietos.
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Silencio
RomanceEl silencio era lo que ella más odiaba y él era puro silencio. Ella era música, vivía la vida despreocupada, no le importaba el futuro, vivía el hoy. Él en cambio era muy organizado, prolijo y sabía muy bien lo que quería aunque le costara el amor d...