Capitulo 3

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Aquella noche ambos la pasaron hablando de sus recuerdos de pequeños, Kenia evitaba contar que había pasado después de su separación y a pesar de ello ambos la pasaron bien.

A la mañana siguiente Mikaela, llego gritando, estaba emocionada de ver a Kenia, igual ella imaginaba que Kenia sería más femenina, cuando ambos chicos bajaron, los ojos de Mikaela quedaron abiertos como plato

-Isayuri? - pregunto Mikaela

-Sabes que odio mi primer nombre dime Kenia por favor - contesto

Mikaela llevo sus manos a su boca e hizo un gesto de sorpresa segundos antes de que las lágrimas y abrazos se hicieran presentes.
Charlaron mientras Kenia preparaba el desayuno y Connor se daba una ducha.

Los tres desayunaron juntos y después Mikaela se retiro a descansar.

-Que quieres hacer? - pregunto Connor

-Realmente quiero ducharme y descansar, tu deberías hacer la tarea -

Connor la miro sorprendido. Kenia le contó que alcanzó a ver los libros y cuadernos cuando entro a la habitación.

Ambos se dispusieron a hacer lo que correspondía.

...

Pasadas las 6, Connor despidió a su madre y llamo a la puerta del cuarto de Kenia, sin obtener respuesta entro y la observó dormir, la miro por unos minutos y salió.
Connor jamás imagino que Kenia sería realmente linda, detrás de esa nueva imagen estaba la pequeña Kenia y eso le reconfortaba a Connor...

-Hey!, Wells ¿Qué hora es?
Entro Kenia a la habitación de Connor

-Son las diez

-Aun no acabas esa tarea? - Kenia miro aquel cuaderno de Química

-Es algo complicado

Kenia río burlona y acerco el banco que estaba detrás de la puerta.
Kenia realmente era inteligente, le explico como debía contestar aquellas ecuaciones y ayudo en otro par de tareas.
Finalmente ambos terminaron las tareas y cenaron juntos.

-Que harás si no planeas inscribirte a la escuela?

-Ayudaré a Mikaela y te ayudaré a ti, créeme la casa está descuidada- sonrió y continuó bebiendo su café

Connor no entendía, sabía que Kenia se quedaría de manera indefinida pero no sabía la razón, aun así, la cabeza de Connor tenía muchas dudas...

Lo que quedo de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora