Y me respondo ¿a qué sabe la vida?
La vida tiene el sabor de la forma como la vivo.
Cuando soy desesperado, perfeccionista y ambicioso
sabe a egoísmo, cansancio y soledad.
Por el contrario,
Cuando soy tranquilo, espiritual y ayudo sin condicional
sabe a serenidad, plenitud y felicidad.
De algo estoy seguro, el sabor no se lo ponen los demás y
en el camino del crecimiento de las dos mieles siempre voy a probar.
Franklin Pérez
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¡ Piénsalo !
RandomLas parejas se unen en un amor profundo a espera que con el tiempo ninguno de los dos cambie. Eso es ficción, enorme quimera, todo cambia. Déjame contarte una mutación de la vida real. Las parejas que verdaderamente se aman. han entendid...