El Despertar Del Asesino

Capítulo 3:Me volveré fuerte

Increíble, esas dos personas acaban de aparecer, en éste justo momento. Veo cómo Aiden se prepara para pelear, por sí se rehúsan a dejarme en paz. 

¡Qué!, ¿Enserio crees que te escucharé? –suelta una risa desesperante, mientras lo hace su grupo se coloca en su lado izquierdo para evitar que Aiden y Sara puedan ayudarme, –Tendrás que pasar sobre nosotros si quieres ayudarlo, –vuelve a soltar esa risa pero no sólo es él, me doy cuenta que Aiden y Sara también se ríen, –¿Qué...de que se ríen?, –da un pasó para atrás, mientras espera lo que dirán, aún que él no es el único que está esperando lo que van a decir. Al darme cuenta tengo varios moretones, esto sí que no lo podré ocultar de mí madre.

¿¡Se te olvida algo, verdad!? –es Sara la que está hablando, se escucha segura y firme en lo que va a decir, –Rick, pero que estúpido... en serio crees que me dan miedo?, –acabo de escuchar el nombre del líder del grupo, pero eso no es lo que me importa... por ahora. Rick está pensativo y nervioso a la vez, –Sí me haces algún daño, sabes que estarás en graves problemas, –inmediatamente veo cómo Rick aprieta su mandíbula mientras que su grupo está al igual que él. Notó que Aiden está de cruzado de brazos, la brisa hace que su cabello rubio y liso haga que se mueva involuntariamente. Sara está al igual que Aiden, con la brisa y el sol pegando en sus cuerpos.

¿Dé... de que hablas?, –en éste momento, Rick le teme a algo que dirá Sara.

Soy la hija de la directora, –Rick inmediatamente se queda sin palabras, mientras que su grupo esta confundido por su forma de actuar en éste momento. –¡Veté!, y si no lo haces, sabes que pasará después ¿no?, –ahora puedo ver a Aiden y a Sara, cuando Rick y los demás se van rápido por el pasillo que dirije al patio, –¡Cobarde!, –ella no demuestra ni una gota de miedo ni nervios.

¿Éstas bien Jared?, sentimos llegar tarde –me dice Aiden preocupado y viendo mis moretones.

Si, creo que sí. Es mejor tarde que nunca ¿no? –suelto una risa baja y sin darme cuenta estoy soltando sangre por mi boca, está sensación es extraña, cada gota que sale de mí parece debilitarme. Sara, corre hacia mí para levantarme.

Estás muy lastimado, debemos llevarte para la sala médica de la escuela para que te revisen, –noto lo preocupada y nerviosa que está al verme así.

Muy pronto estarás bien Jared, no te preocupes –dice él con seguridad.

En menos tiempo de lo que pensaba ya habíamos llegado pero al darme cuenta estaba empezando a ver todo borroso y siento cuándo mi cuerpo cae bruscamente contra el suelo.

¡Jared!,–escucho el grito desesperado de Sara al desmayarme, a lo lejos escucho voces y al momento no escucho nada, tan sólo me encuentro con completa oscuridad y silencio.

**

¡Hijo!, –gritó mí madre al notar que abrí mis ojos, –¿Te sientes mejor?, por suerte tus amigos me llamaron y vine lo más rápido que pude, –noto que están saliendo lágrimas de ella. Está sentada al lado de mí mientras yo estoy acostado en una camilla.

Gracias por venir m... –soy interrumpido cuando entra la doctora.

Señorita Stone, su hijo ya esta mejor –dice mientras mira su carpeta, –no tiene nada que sea grave, –no siento dolores, noto que no están varios de los moretones que me habían hecho aquellos.

Gracias doctora por atender a mi hijo, se lo agradezco mucho, –le estrecha la mano a la doctora para después acercarse a mí. –Vamonos a casa Jared, –eso es lo que más quería, la escuela me agota y esos chicos... algún dia me vengaré de cada uno y los haré sufrir sin misericordia.

**

Me encuentro en mi casa viendo televisión, acostado en el mueble pensando en lo que hubiera pasado si Aiden y Sara no hubieran llegado en ese momento en el cuál me golpeaban sin piedad y sin razón alguna para hacerme tal acto.

Hijo, te inscribiré mañana en karate para que aprendas a defenderte de esos rufianes, –dice mi madre con seriedad y firmeza.

Bien, quiero aprender a defenderme y seria muy bien qué me inscribas –digo emocionado y sin duda alguna. –Desde hoy me volveré mas fuerte –Miro a mi madre con seguridad mientras me levanto para ir a mi cuarto. –Haré ejercicio, –digo con seriedad.

Bien hijo, pero no hagas pesas que tienes 11 años y te podrias quedar pequeño –asiento para irme.

Desde hoy me volveré más fuerte para poder vengarme de aquellos que me golpearon. Poco a poco pienso aprender más artes marciales, se arrepentirán de haberme hecho daño y empezaré por... Rick, ya veo su rostro pidiéndome piedad.

**

Hoy mi madre me inscribirá en mi primera clase de artes marciales, estoy desesperado por empezar a practicar. Estoy enfrente de la academia y inmediatamente abro la puerta, están varios chicos golpeando muñecos de entrenamiento y otros peleando entre si sobre la zona de batalla en la cuál está un maestro observando, uno de los chicos se apresura al otro y éste lo esquiva para darle una patada que lo saca de la zona, son cintas azules y estoy viendo cómo el maestro le otorga a el chico que ganó su nueva cinta mientras éste la recibe arrodillado ante él.

Hola, quisiera inscribir a mi hijo –le dice mi madre a uno de los maestros.

Siganme –responde y nos lleva a una sala en la cuál seré inscrito. –¿Como te llamas?, –me dice mientras sostiene una carpeta y me escucha para escribir mis datos.

Soy Jared, –empieza a escribir y vuelven sus ojos inquietantes hacia mí.

¿Apellido?, –me dice con su voz gruesa la cuál me coloca algo nervioso y ello nota, –aquí no aceptamos a gente nerviosa así que o te colocas firme o te harán la vida dificil los maestros que se encuentran en la zona de entrenamiento –me dice con rudeza y tanto yo cómo mi madre nos miramos con asombro.

Stone –le digo ocultando mis nervios los cuáles ya no los nota y vuelve su mirada a la carpeta.

¿Edad?, –esta vez me pregunta sin mirarme.

11 años –digo lo mas firmé que puedo.

Empiezas en vacaciones por ahora prepárate, toma una lista de los ejercicios que debes hacer para que seas mas fuerte para cuando comencemos a entrenarte, –dice con voz alta y gruesa, es blanco, alto, su cuerpo está definido y tiene unos ojos azules oscuros que lo hacen inquietante. –Firme aquí señorita Stone, –le da la carpeta a mi madre y veo que empieza a colocarla.

Salimos de la academia, ahora estamos dirijiendonos en nuestro vehículo para ir a casa. Falta poco para vacaciones así que me volveré más fuerte para entonces lo mantendré en secreto, y pensar que pronto me vengaré de ellos...