El sol se ocultaba en el horizonte, las olas del mar danzaban al compás del viento, y la brisa marina acariciaba su bello rostro. Caminando tranquilamente iba aquel joven de veinte años, con semblante tranquilo y sereno, dejando atrás el oscuro pasado que lo atormentaba. De aquel vengador consumido por el odio, poco y nada quedaba, llevaba tres años haciendo su viaje de redención y recientemente había ayudado a muchos ninjas reclusos de lo que fue conocido como 'Coliseo' dejándolos en libertad. También se sentía satisfecho por ayudar a la última Chinoike a seguir por el camino correcto. Si hace unos años atrás le hubiesen dicho que él ayudaría a otros ninjas a reivindicarse, seguramente le hubiese dejado atrapado en algún genjutsu o lo hubiese atravesado con su Chidori. Sin embargo ahí estaba, ayudando a otros y todo gracias a su 'idiota' amigo, Naruto.
Continuaba con su andar por la orilla del mar cuando un águila llamó su atención, extendió su único brazo y el ave aterrizó, en una de sus patas traía un mensaje.
-¿Kakashi? – Dejó al bello animal en el piso y desenvolvió el mensaje, habían dos papeles, en el segundo le llamó la atención la letra, era fea. Sin duda era Naruto.
"Sasuke, estuvimos hablando con Sakura-Chan y concluimos que defendiste muy bien a la Aldea sin estar en ella, tal y como lo hacía la Policía Militar"
Sasuke recordó cuando era pequeño y solía hablar con su Hermano sobre la Policía Militar, una sonrisa apareció en sus finos labios.
-Ya pasó mucho tiempo. ¿Y si regreso? – Ya no tenía miedo a relacionarse, cambió el rumbo de su andar con un destino claro. Konoha.
Sakura caminaba a paso tranquilo rumbo al Hospital infantil, hace unos instantes había estado con su amiga Ino, pero ella había quedado de ir a almorzar con Sai, Sakura sonrió, la forma en que Ino y Sai se miraban, le hacía recordar a Naruto y Hinata. Definitivamente todos estaban llevando de buena manera sus vidas amorosas y eso le alegraba de corazón.
"Hasta la próxima vez"
Esas palabras estaban grabadas a fuego en su memoria y en su corazón. Habían pasado tres años de la última vez que había visto al Uchiha.
-Me pregunto ¿Cómo estará? ¿Y si encontró a una mujer en su viaje? –Paró en seco al pensar en esa posibilidad, era muy posible, Sasuke era muy guapo y no era indiferente a ninguna mujer. Si bien ella había crecido, sus pechos seguían siendo pequeños y su figura no se comparaba con la de Ino o cualquier otra Kunoichi.
-¡Oh no! ¿Y si cuando el vuelva se siente decepcionado al verme? –La inquietud comenzó a apoderarse de ella, se reprendió mentalmente, no debía pensar en esas cosas. En Konoha había muchos ninjas que la pretendían, en otras naciones también tenía a varios interesados, eso debía ser por algo ¿no?
-Buenos días Sakura-San – un joven de cabello castaño se acercó a la pelirosa con las mejillas sonrojadas.
-¿Tu eres Satoshi verdad? ¿Está todo bien? - El joven no pudo evitar sonrojarse ante la mirada de la ojijade.
-M...me preguntaba si le gustaría ir a tomar un helado conmigo – preguntó tímidamente el joven.
-Oh... te lo agradezco mucho Satoshi, pero tengo unos asuntos que atender – Sakura le sonrió al chico y él solamente aceptó sus palabras.
-Entiendo... pero Sakura-san –Habló con convicción – ¡no me rendiré!... le prometo que algún día usted será mi esposa y yo dedicaré mi vida entera para hacerla feliz – Satoshi le dedicó una sonrisa muy sincera y Sakura se sorprendió ante la seguridad de las palabras del castaño.
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Nuestro Viaje
RomanceSu rutinario viaje de redención había llegado a su fin. Esta vez su viaje ya no era solo. Aquella pelirosa de ojos verdes se había convertido en su acompañante y si en un principio había tenido dudas, ahora no se arrepentía ni un segundo en haberla...