El tomó la gasa y la puso sobre las vías respiratorias de Ladybug, ella le dio pelea, pero fue en vano, el fuerte olor de los somniferos y el alcohol lograron que la chica perdiera la consiencia.
- Lo siento My Lady- dijo en un susurró, le quitó el yo-yo y tomó de la maleta las vendas, al agujetas y la navaja.
-¡Niño escuchame! Por favor no, yo quiero seguir contigo, por favor podremos resolverlo juntos, eres mi único amigo, por favor prometo ayudarte en todo, encontraremos a tu madre...-esas últimas palabras casi provocaban que el chico dejará su plan, pero su furia era tanta que no hizo caso -...no quieres a tu madre- dijo la criaturita ya en llanto sin saber que otra cosa decir para recuperar la antigua personalidad optimista de su portador, en fin la criaturita se rindió y sólo siguió sollozando en la cabeza del rubio.
-Callate apestoso, te lo digo de nuevo, es una decisión y nada cambiará- gruño y comenzó agarrando a Ladybug en una viga de la Torre Eiffel; con las vendas la inmovilizó totalmente, el sabía que ella era ágil y por ello aseguró que cada uno de los dedos de la chica, para que le fuera imposible moverse, hizo lo mismo con sus piernas y con las agujetas aseguró la cabeza para que ella nunca desviara su dirección de el, una en su barbilla y otra por su frente.
-Si tanto quieres el miraculous ya quitaselo y déjala ir- reprochó el Kwami.
-No crees que sería injusto quitárselo sin explicaciones, ademas no dejaré que la noticia de que robé su miraculous sea pública, no dejaré que lo haga- dijo moviendo la navaja sacando la más afilada de esta.
-¡Piensas asesinarla!- grito asustado el Kwami.
-Shhh sólo un poco- sonrió cínico.
-¿Cha..Chat?- dijo la chica despertando.
-My Lady- dijo sonriendo.
-¿po..por qué estoy amarrada?- dijo nerviosa.
-My Lady, necesito tus lindos aretes- dijo acariciandole las mejillas.
-¡¿Para qué?!- cada vez más asustada.
-Verás My Lady, este maldito anillo sólo me trajo problemas, traté de resolverlos claro, pero nop mis intentos fueron en baño, intenté todo- con un suave movimiento acercó la navaja al cuello de LadyBug.
-¡Chat...tomalos, no me lastimes!- grito tratando de zafarse del fuerte agarre de las vendas.
-Pobre a ingenua Ladybug- rió como desquiciado -no pienso dejar que digas alguna palabra de que yo hice esto- con la navaja da suaves roces por en cuello, por su mejillas y cerca de sus orejas, ella comenzó a derramar lágrimas. -shh no llores My Lady, si gustas puedo hacerlo rápido para que no sufras- dijo cínico.
Ella sólo lanzaba pequeños sollozos, temía que con las heridas que Chat habia hecho un grito provocará que ella se desangre.
El hacia caso omiso a los lamentos de ella y disfrutaba marcar la piel con el filo. Se canso y paso a retirarle lo aretes y clavarle suavemente la navaja cuando miro a la portadora.-Marinette- dijo sorprendido.
FIN.