No necesito a un alfa.

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Shinjuku, Mansión Orihara. Año 2135, Abril 26.

Izaya empezaba a re plantearse la idea de ir cada tarde después de la escuela a la oficina a acompañar a su abuelo, pues cada vez que llegaba, apenas cruzaba el umbral de la puerta principal veía a ese molesto alfa de ojos magenta sonreírle de manera prepotente, las primeras veces lo ignoraba y lo trataba como si fuera la misma maceta de flores que tenía la recepcionista en su escritorio. Pero luego empezaba a cortarle el camino en los pasillos, o en las puertas, incluso llegó a querer entrar al mismo elevador que él, y cuando lo hacía lo pateaba hasta dejarlo en posición fetal para luego cambiarse de ascensor.

¿Cómo Delic había terminado en las oficinas de la Corporación "O"? Pues resultó que después del velorio de sus padre, Delic repentinamente sintió un gran interés por el trabajo de Shizuo, diciendo que quería aprender todo lo posible en la disquera para ayudar a sus hermanos en sus carreras como cantantes, pues tanto Tsugaru como Psyche eran cantantes en algunos comerciales o en pequeños eventos nacionales. Shizuo decidió darle la oportunidad, pero Izaya presentía que ese alfa tenía algo entre manos, pero decidió ignorarlo siempre y cuando no interfiriera en sus estudios y en su entrenamiento para ser el sucesor de los Orihara. Aunque igual podía evitar ser molestado por Delic siempre y cuando estuviera pegado a su abuelo o a Shizuo.

-Buenas tardes mi lindo gatito~- Y ahí estaba el molesto saludo que le daba Delic cada vez que cruzaba la puerta- Hoy tu abuelo no está...

-Lo sé, y tengo trabajo que hacer, así que no molestes Delili- Sonrió con cinismo, pues el juego de los apodos se podía hacer de dos. A paso firme caminó hasta el ascensor siendo seguido por el alfa.

-¿Acaso tuviste un mal día? Puedo animarte si gustas- Delic se acercó peligrosamente al inexpresivo rostro de Izaya.

-Acércate un milímetro más y perderás la capacidad de hablar- Dijo con una tétrica sonrisa Izaya, sacando una navaja de los bolsillos de su pantalón y poniéndolo en el cuello del alfa.

Izaya empezaba a hartarse de esas cercanías, tenía pensado en el aerosol pimienta, pero lo veía muy de "omegas" y aprender defensa personal le tomaría algo de tiempo, necesitaba algo seguro y rápido de usar, que fuera lo suficientemente amenazante para alejarlo a él y a cualquier otro alfa que intente sobrepasarse con él. Y no tenía nada en mente hasta que su abuela le llamó la atención por estar jugando con el cuchillo de carne con el cual estaba cenando, pues Natsu temía que su nieto se cortara al ver como pasaba entre sus dedos aquel filo y luego lo lanzaba para atraparlo sin problemas. Y así fue como surgió la idea de conseguir un par de navajas, quien gracias a Shinra pudo tener.

-Eh~ De nuevo las garras, mi lindo gatito- Delic se alejó al escuchar el timbre del ascensor al llegar al último piso- Vamos no seas arisco conmigo, vamos a comer, te invitaré todo lo que quieras. ¿Qué tal un helado o una crepa?

-Odio los dulces- Dijo seco abriendo la oficina de su padre y ahora abuelo, cerrándole en paso a Delic con su cuerpo y su navaja aun en mano.

-Vamos, todos los omegas aman los dulces.

-Lamento informarte que YO, no soy como los otros omegas, y menos a los que te devoras- Izaya lo vio de pies a cabeza- Apestas a omega necesitado.

-Las omegas de mi facultad no me dejan un respiro- Dramatizó poniendo una mano en su frente, peinando hacia atrás sus cabellos.

-Vete y déjame trabajar.

-Vamos Izaya-chan, es mucho trabajo para un pequeño omega, deja que te...- Delic se detuvo, estaba a punto de entrar a la oficina cuando sintió el fuerte aroma de su padre. Al instante se hizo para atrás y se alejó de Izaya, recibiendo una mirada severa de Shizuo.

Mi Alfa. Mi pequeño Omega. [Delic x Izaya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora