dami

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Me recuesto sobre mi cama, despeino mi cabello contra la almohada y suspiro, algo me inquieta, me mueve, me inunda.
Cierro los ojos en busca de calma, al hacerlo solo logro concentrarme en una cosa, él ¡Bendita sea su presencia!
Aprieto mis párpados con fuerza, tratando de recordar cada detalle de su rostro, lo que lleva a inevitablemente perderse en su sonrisa.
Aprieto mis manos en busca de las suyas, no las hallo, en cambio siento la suavidad de las sábanas entre mis dedos.
Sigo con la vista nula, mientras anhelo su cuerpo con desesperación en mi colchón, guardando con inocencia la imagen de un caluroso abrazo.
Giro para un lado, para el otro, doy vueltas, estiro una pierna, la otra, estiro un brazo y el siguiente. Definitivamente estoy sola en la habitación.
Abro mis ojos repentinamente, siento sus labios rozar suavemente con los míos, le correspondo. Acaricio sus hombros y su espalda, él acaricia mi cintura mientras oigo un suave susurro descifrando únicamente la palabra "amor".
La noche hace lo suyo, juega con las mentes, con los corazones, saca provecho de la soledad para sentirse más admirada. Por la ventana distingo la luz de la luna, aunque esta madrugada hay alguien que la opaca reposado a mi derecha.
Con un suave beso en su mejilla me despido, sabiendo que mañana seremos uno al juntar nuestros amaneceres.

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2017 ⏰

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