No Me Puedo Enamorar •GyuWoo• EDITANDO

Capítulo 26

ㅡ¿¡De qué rayos hablas!?

Me levanté quedando frente a él. Sentía mi piel fría, mientras que él se levantaba poco a poco, acercandose a mi posicionandose frente a mi, su mirada la podría percibir llena de dolor y lástima.

ㅡ WooHyun, no decidí esto. Es una orden y no puedo desobedecer al Jefe Lee. Lo siento WooHyun.

Me abrazó en forma de consuelo, aunque no sabría si eso sería suficiente, o si esto sería una burla o lástima. Me alejé de él con lágrimas saliendo aún.

ㅡ WooHyun...Debes tomar una desición.

Me miro a los ojos con una expresión neutra en su rostro. Los rayos de luz cada vez iban desapareciendo cada vez más, mi respiración se irregularizaba con cada soplo de aire que entraba por aquella ventana de la sala.

ㅡ DongYeol

Suspiré diciendo el nombre de aquel hombre que se decía ser un ángel. De nuevo me senté en aquel sofá de color gris oxford.

ㅡ ¿Qué sucede WooHyun?

Preguntó en tono curioso el joven de piel pálida. Alcé mi mirada dirigiendola a él, párpadee y con los ojos húmedos me decidí hablar por fin.

ㅡ No le hagas daño a SungKyu, él sólo tiene miedo. Se que él es feliz, pero no quiero destruir tampoco la vida de otras personas, él tiene hermanos y...Yo no tengo a nadie.

Él chico sólo bufó al escuchar mi deseo, parecía no comprenderlo y burlarse de mi desición y así mismo de mi palabrería.

ㅡ ¿Estás seguro de lo que quieres? SungKyu es un cuerpo sin vida, sin embargo tú eres una persona que no se ha desarrollado con plenitud y...

ㅡ Yo tampoco soy un humano común, tú mismo lo has dicho.

Interrumpi a aquel chico que seguro sólo quería acabar con la existencia de SungKyu. Pero no dejaré que le haga daño, él me ha dado una inmensa felicidad mientras, lo protegeré. De pronto se escucho la cerradura de la puerta principal abrirse.
SungKyu.

ㅡ¡WooHyun ya llegué!

Se detuvo en la puerta al verme con aquel chico. Su expresión cambio a una de sorpresa, sabía que él no se quedaría quieto a ver como moría, más bien dicho, como se asesinaban.

Fui hasta donde estaba él, lo abracé y le di un beso largo, nuestro último recuerdo juntos.

ㅡ SungKyu, sabes que te amo ¿cierto?

ㅡ WooHyun, ¿qué hace él aquí?

Me aferré a su torso, llenándome de su agradable aroma, como la primera vez. Eran recuerdos magníficos aunque a la vez extraños, eso los hacía únicos. Comencé a correr a la cocina, DongYeol sólo miraba como si fuese un espectáculo, dejé a SungKyu atrás.

Al entrar a la cocina fui hasta donde se encontraban los cubiertos tomando un largo y afilado cuchillo, lo observe y en él vi mi reflejo, mis ojos llorosos pero aún así sabía que lo hacía por amor.

Se escuchó un impacto contra la puerta de la cocina, entro SungKyu acelerado, mirandome. Pudo percibir con su mirada el filoso cuchillo que tenía entre mis temblorosas manos.

Pero ya era tarde.

Mientras él se acercaba enterré fuertementente el cuchillo en mi cavidad abdominal. Sentía una fuerte punzada en esa zona, pero de cierta manera me sentía aliviado, me sentía feliz de proteger a alguien.

ㅡ¡WooHyun!

Aún podía escuchar la dulce voz de SungKyu, de mi primer y único amor.
Cada vez se escuchaban los sonidos con más eco, mis párpados pesaban, pareciera que caería en un sueño, un sueño tan profundo y eterno.

ㅡSungKyu...

Susurré levemente, SungKyu estaba sosteniendo mi cabeza sobre sus pálidas y suaves manos, sus lágrimas golpeaban mi piel, dejarlo me dolía, pero lo hacía por su bien, no podía alejarlo de este mundo de tal manera.

ㅡWooHyun...Por favor, por favor no me dejes.

Decía entre lágrimas, pero ya no podía hacer nada, podía sentir mis prendas húmedas a causa de la sangre que ya estaba llenando gran parte del suelo de madera.

ㅡTe amo, Woohyun. ¡Te amo!

Podía escuchar los gritos desesperados de SungKyu, su olor ya no era tan penetrante como apenas en la mañana, su rostro ahora lo veía borroso, mi cuerpo cada vez lo sentía más ligero, cada segundo que transcurría, desaparecía.  

ㅡSungKyu...Te amo, sie-siempre lo...haré.

Pude hablar después de un eterno momento de pausa, pude lograr formar una sonrisa sincera en mis gruesos labios, esos labios que pertenecerán siempre a mi chico de pequeños ojos.

De repente todo era oscuro, y ya no pude escuchar nada. Ya no estaba con SungKyu.