Parte primera... (y última, espero)

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La noche, oscura e implacable como ella sola sabe ser, había caído ya con un manto frío y silencioso. Yo estaba en mi cama, satisfecho luego de comer pollo al horno hecho por las manos talentosas y etéreas de mi madre... Quien diría que tan perfecto manjar, luego seria mi traidor.

Pasaban las horas y solo estábamos los tres; la noche, mi celular y yo, y entonces comenzó todo. Mi estomago estaba hecho un estremecedor mar de angustias, con mareas yendo de allá hacia acá y de acá hacia allá y yo sin saber que pasaba ¡solo agarraba mi estomago rogando que nada saliera!. Entonces pasó lo que temía...

Apresuré en correr al baño, y como pude, llegué a apoyar mi anillo de carne en el asiento del susodicho lugar. La pesadilla comenzó, primero fue solo un leve viento, una brisa suave...que no duró. Luego juraria que escuchaba la sinfonía agonizante de la guerra mundial primera saliendo de aquel oscuro lugar. El hedor. El horror. El terror. Y otros "or".

Pasada esta primera etapa pensé en mi "que acaba de pasar? Ese pollo estaba sensualmente rico, no pudo haberme hecho tan grande daño" entonces la epifanía llego a mi. Mi mente retrocedió horas antes de aquella comida y fue donde vi aquel recuerdo. Era una tenue luz en mi mente, una luminiscente chispa que casi escapa en los recónditos lugares de mi cabeza. Fueron las cucharadas de chocolate en polvo que ingerido yo en gesto de gula, había momentos antes del susodicho plato horneado.

"Asi que esta es tu movida, karma? ¡Puedo con esto!" grite y clame a gran voz para que todo aquel ser, mágico, humano o divino, escuchara mi desafiante son de guerra.

Strike dos.

Inmediatamente, la fase dos comenzó y mucho peor que antes... La partitura de horrores tenia un nuevo sonido en su repertorio y sonaba a cataratas, ríos, masas de agua marron cayendo de mi esfinter a gran potencia y velocidad jugando con la fuerza de mi mente, pero soportaba a pesar de aquél mal que la vida me jugó. ¡Aquello no iba a ganarme! Soy mas fuerte que esto.

Fase tres, comenzando fuerte, con contracciones fuertes de mis músculos internos, quedándome atascado, cual cabeza entre los barrotes de una reja de barras. Por mas fuerza que hacia, aquello no caía, no cedía a las imponentes potencias que de mi cuerpo emanaban. Decidí relajarme, concentrarme en mi cuerpo. "Soy mas fuerte que esto" me repetí una y otra vez. Efímero fue el momento que tuve para hacer mi jugada.

Tome aire, como si fuera a inflar la misma atmósfera y con toda la fuerza humana existente, sobrepuse mi fuerza a mis dolores y así lo conseguí...

Aquella cosa repelente, abyecta, vomitiva, mugrosa, maldita, diarreosa, estercolera, inmunda, malnacida, pudenda, apestosa, maloliente, cerda, nauseabunda, cochambrosa, cochina, verdulera, infame, ruin, rastrera, degradada, descerebrada, zopenca, zafia que tanto mal me hizo...había sido expulsada.

El acto concluyó, tome papel, y limpie lo que debia. Me pare en pose de victoria y vi a mi ennegrecido enemigo flotando como el cretino infeliz que fue. "Me diste batalla, pero nunca olvides que no serás mas fuerte que tu creados, jamás". Tome la perilla de la cadena entre mis dedos y jale.

En espiral, iba cayendo el y su aguado ejercito. Lo mire por última vez.

Lave mis manos, y me dirigí a mi cama nuevamente. Feliz de que vencí una vez mas. Y dormí.

Dormí feliz...

Dormí tranquilo...

Todo en mi era paz...

Hasta qué lo oí gruñir de nuevo.

Continuara.

Mentira, fin.

Dedicado a JEONH0RI con el amor de un padre imaginario~

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2017 ⏰

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La Guerra Interna Del HumanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora