Mi asignatura favorita es ella

Capitulo 5

Hoy ha tocado levantarse temprano, es el día de vuelta a casa, pero primero pasaremos el día en port aventura.
Bajamos al comedor a desayunar y noto muchas miradas encima mía, al parecer las personas se han enterado de lo ocurrido ayer... mis compañeros se acercan a ver qué tal estoy. Sé que muchos son sinceros, pero me sienta muy mal la gente falsa que pregunta por simple cotilleo.
Me estoy sirviendo el zumo y de repente me fijo en una rubia indecisa entre los donuts de chocolate o azúcar.
- Vaya, hoy no se ha dormido.- Pienso con ¿pena?, que me está pasando.
Cuando me doy cuenta de me ha salido todo el zumo por ahí.
-¡Laura despierta!-Me dice mi amiga Rosa riendo.
Levantó la vista y veo que ya no está Sandra ahí. Qué vergüenza...
Estamos ya camino a Port Aventura, están todos muy emocionados, a mí nunca me han gustado los parques de atracciones así que me da un poco/bastante igual.
Una vez llegamos al parque cogemos un mapa y nos montamos en todas las atracciones de agua, ya que lo que no me gusta a mí son las montañas rusas y caídas libre.
-Chicas, si queréis podéis ir a las montañas rusas y así, yo voy a buscar un restaurante para comer.- Me sienta mal que no vayan por mi.
- ¿Segura?- Me preguntan.
- ¡Claro! Iros, no pasa nada.
Voy hacia ninguna parte, fijándome en los restaurantes a ver si encuentro alguno que pueda gustarnos.
Justamente veo que vienen de frente las profesoras, aunque mi mirada se dirige a Sandra.
- Holaa- Les digo sonriente.
- Vaya Laura, ¿Qué haces sola?- Me pregunta Olivia.
-Nada que a mi no me van las montañas rusas ni caídas libre y cosas por el estilo, entonces les he dicho que vayan sin mí mientras busco un restaurante para comer que nos pueda gustar a todas.- Les explico.
- No deberías ir sola, ¿Quieres que te acompañemos?- Pregunta Sandra.
- No os preocupéis, llevo el móvil y se cuidarme sola.
- Cualquier cosa nos llamas.- Dice Olivia.
Asiento sonriendo y sigo caminando. Aprovecho a pensar en que me pasa con Sandra, no entiendo porque me intereso tanto en ella, si apenas la conozco. No puedo parar de pensar en su sonrisa perfecta, sus ojos avellana, su pelo rubio... está claro que es preciosa. Pero, pienso que no es suficiente motivo para estar continuamente pendiente de ella, he de reconocer que su forma de ser tan extraña también ayuda, es tan misteriosa, reservada... aunque cuando quiere puede ser un amor, pero puede que sea por su función como profesora. Es tan complicado todo, por no decir que a mí, hasta que la conocí, nunca me han interesado las mujeres. Espera un momento... ¿Acabo de reconocer que me interesa Sandra? ¿Esa profesora borde y cruel de la que hablábamos hace un tiempo? Debo de estar confundida, casi tan perdida como lo estoy ahora mismo buscando el restaurante.
Después de un buen rato nos hemos conseguido reencontrar todos, estamos comiendo en un mexicano, me encanta la comida mexicana.
- No puedo creer que se haya acabado ya el viaje de estudios y al año que viene empecemos bachiller...- Dice mi amiga Sara.
- Tienes razón, clases nuevas, profesores nuevos...- Dice mi amiga Rosa.
- Por lo menos al llegar a casa es ya verano.- Dice Julia emocionada.
Automáticamente se me cruza la idea de lo ver más a Sandra hasta septiembre y me deprimo. ¿Pero que me está pasando?
El resto de la tarde la pasamos haciendo tiempo, repitiendo atracciones hasta la hora de volver al bus de vuelta a casa.
El camino a casa está siendo llevadero escuchando cantar a las profesoras y bueno, animándonos el resto a cantar con ellas.
Paramos en el Mc Donalds a cenar, estamos a hora y media de cada.
-Guardáis sitio y voy yo a pedir, ¿Os parece?
Ellas asienten y me dirijo a hacer cola.
-Hola.- escucho una voz familiar detrás mia.
-Hola Sandra.- Digo sonriendo.
-¿Como estás?- Dice poniéndome una mano en el hombro.
-Bueno, he tenido pesadillas con lo ocurrido...- digo con la cabeza baja.
-Laura por favor, cuéntame lo ocurrido, quizás pueda ayudarte.-Dice exasperada.
De repente es nuestro turno y pedimos.
-Ya no hay nada que hacer Sandra.- Digo suspirando.
-Laura por favor.- Dice sería.
-Un hombre me agarro y me dijo que me quedase con el, simplemente, lo que me pone mal es el qué habría pasado si no me hubiese soltado o me hubieses llegado tu.- Digo con la voz rota.
Ella se acerca a abrazarme sin decir nada, yo simplemente aspiro su aroma.
-Gracias por contármelo.- Dice cogiendo la bandeja.
Una vez haber cenado nos dirigimos al bus para llegar de una vez a casa y poder dormir en mi amada cama.
De repente para el bus en un pueblo que no es el mío, y caigo en que es el de Olivia y Sandra... no le quito la vista de encima hasta que el bus arranca dejándolas atrás.
Llegamos a casa y me quedo pensando en ella y en las posibilidades de que sea mi profesora al año que viene, aunque con el hecho de poder verla por los pasillos me es suficiente.
Creo que va siendo hora de asumir que hay algo en ella que me atrae demasiado.