pictures in the locker // gyukook

Parte única.

Este one-shot será parte de una serie de textos con temática escolar, porque adoro esos AU. ¡Espero que lo disfruten mucho! Sobretodo de regreso de esta couple de bebés bonitos ; 3 ;

JungKook era alguien tímido, JiMin siempre se lo decía, lo empujaba a que hablara con muchachas y él no sabía dónde meterse. Se ponía colorado, comenzaba a tartamudear y decía incoherencias. YoonGi había concluido con que era ridículamente tímido. Aquella palabra que parecía burlarse justo antes de ése adjetivo tan pesaroso no le gustaba, pero tampoco lo podía negar porque se trataba de la más cruda de las realidad. 

Para sus amigos era fácil convivir con otras personas (bueno, para YoonGi no, pero él era un caso aparte). JiMin era guapo y tenía su sonrisa encantadora, además de esos guiños que dejaban en el piso a cualquier persona, él no era así; quizás era más alto y probablemente no tenía nada que envidiarle con respecto a su cuerpo, pero no era así de... descarado. Tampoco era tan social como SeokJin, quién sonreía calidamente a cualquier persona. Tampoco era tan inteligente como NamJoon, así que ni siquiera era aceptado por su cerebro. 

Sin embargo, si había un sitio en el que se sentía cómodo era en el club de fotografía. Solía participar de las exposiciones bajo un seudónimo mientras era su profesora la que explicaba sus obras, porque él era demasiado tímido como para pararse frente a la audiencia a hablar sobre sus sentimientos. Así que pocas personas sabían que él era quién sacaba los premios que honraban tanto a la escuela, únicamente sus amigos, la maestra encargada y el director. Le gustaba que las cosas se mantuvieran de aquel modo. 

Como muchas otras personas de su edad, él tenía una especie de crush. Era un muchacho y, al igual que él, era un tanto invisible. Era miembro del club de teatro, o sea, uno de las actividades menos populares de todo el colegio, incluso sus miembros debían recibir burlas por hacer algo de "maricas". Él solía asistir silenciosamente a las funciones que daban para tomar fotografías, pero permanecía en las sombras. Apenas podía lidiar con el carisma de Kim MinGyu sobre el escenario, si sus ojos se posaran sobre su cámara, estaba seguro que moriría ahí mismo. 

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  — ¡Esto es arte que nadie aprecia! — exclamó dramáticamente MinGyu.  Jun asintió, rodando los ojos internamente. Siempre hacía un monólogo sobre lo pocos apreciados que eran los fotógrafos cada vez que veía una fotografía sacada por ése tal "Golden". Debía reconocer que estaba un poco cansado. 

 — ¿Estás enamorado de Golden o qué? — espetó, bufando. Los alumnos de la otra clase pasaban a su alrededor y algunos ojos se detuvieron a verlos. Jun se dio cuenta que habló en un tono muy alto y MinGyu se avergonzó, poniéndose en ese plan de colegiala odiosa toda abochornada. 

 — ¡Y qué si es así! — exclamó el más alto, aunque tartamudeando, lucía muy seguro. 

 — No te puede gustar alguien sólo por las fotografías que saca —. 

A MinGyu le gustaría explicarle que no es así. Le gusta creer que puede ver el alma del fotógrafo a través de lo que capta su cámara, que le encanta el modo en que hace que las cosas sencillas y cotidianas parezcan partes de preciosas obras de arte. Pero sabe que eso suena tonto y que sólo a él se le ocurren ése tipo de cosas. Entonces sonríe, porque se le ocurre algo para poder probarle a Jun que puede amar a alguien a través de sus fotografías. 

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JungKook llegó muy temprano, como lo hacía cada lunes para colgar las fotografías en el tablón de noticias. Ladeó la cabeza, porque no esperaba que hubiera una fotografía polaroid pegada en una esquina, casi escondida. Era una selfie de Kim MinGyu, en el borde blanco estaba escrito con una bonita caligrafía "Golden. Gracias por hacerme brillar ". Una sonrisa tonta se formó en su rostro, tomó la fotografía y la guardó en su mochila. Había valido la pena perderse el cumpleaños de su tía (la tía que cocina enormes pasteles de chocolate en cada fiesta) para asistir a aquella representación de Casa Blanca.