En un pequeño pueblo, donde habitan cierto número de habitantes, que sobreviven de lo que proveen ellos mismo. Las historias contadas de generación en generación, algunas realmente ciertas, otras sólo para asustar a los niños usándo las historias como disciplina, pero, había un patriarca o algo parecido en aquel lugar, ese alguien era llamado como el hijo del sobreviviente de las ruinas de la antigua Dobong-gu, en tiempos pasados las personas se las vivían en guerras, la mayor parte del pueblo moría dando al lugar al más fuerte y sobreviviente de cada ataque. Aquel hombre también era tío de un par de pequeños, su única familia.
Lee Taemin, sobrino mayor del jefe del pueblo;Lee Minhyuk, sobrino menor del también gobernante del mismo lugar.
El hombre de ya avanzada edad, decía a sus sobrinos acerca de la supervivencia del pueblo, todos tenían que trabajar para poder comer, porque cada guerra que pasaba los dejaba en la ruina al haber quemado toda la cosecha y cultivos, en aquel lugar nadie tenía más que otro, ni siquiera el encargado de Dobong-gu, al pasar las desgracias venía la paz, época en la que el pueblo se reunía por cada fiesta aproximada.
Un día, el jefe de aquella aldea, reunió a todos como de costumbre para hacer oír acerca de sus batallas, unas ganadas y otras pérdidas, narraba como el enemigo atacaba sin previo aviso ocasionando las muertes de los habitantes, en una de ellas perdió a su único hermano junto a sus padres, había luchado hasta terminar con el enemigo, pero, no estaba sólo, como antes aquel lugar era muy grande, el territorio llegaba hasta más allá del bosque, pero al pasar los años iba disminuyendo, porque?, decían que había un ser extraño en el bosque, que cuando el enemigo entraba allí no salía nunca más, dado así que algunas guerras fueron evitadas por aquel bosque que rodeaba el pueblo y nadie sabía lo que habitaba ahí, los hombres del pueblo en cierta parte se alegraban de que el enemigo no pudiera llegar pero en otra parte temían entrar o pasar por el bosque, con el miedo de perder la vida también.
Taemin oía atento, pero no entendía porque tenía que ser el bosque prohibido si también le pertenecía al pueblo, su hermano menor siempre creyó en cada palabra dicha por el hombre de cabellos blancos. Taemin era terco, jamás creyó cosa alguna, decía que los humanos eran torpes en su ataque y tal vez se confundían con la estadía.
Al terminar cada historia, al final se respondían preguntas de los habitantes, muchas eran acerca del monstruo en el bosque, el anciano sólo respondía que aquella criatura habitaba en el bosque y que jamás entrarán allí aunque fueran a ser perseguidos por el enemigo.
Todos tendieron a decir que jamás lo harían, entonces terminada aquellas costumbres cada quien regresaba a sus cosas, trabajo era lo único que los mantenía vivos. Claro que al pasar los días algunos olvidaban las advertencias.
Era una mañana de sol brillante, aquel trío se encontraba degustando de la cacería del sobrino mayor, acoplado a ello una conversación entre hermanos, Taemin como siempre hacia caso omiso a las palabras de su tío, el sólo quería salir al bosque y sentirse libre, aquella conversación fue interrumpida por una visita, era una mujer no muy mayor que había llegado de otro pueblo y que iba de camino a otro pero se había perdido. Aquella mujer había pedido de favor ser acompañada por aquellos chicos, el jefe del pueblo tenía un buen corazón y ayudaba a quien lo necesitará, la mujer había prometido mandar a los chicos de vuelta en la mañana con algunas cosas para su casa, el hombre mayor agradeció y mando con ella a sus sobrinos.
El viaje fue emprendido, el otro pueblo estaba a unas 12 horas de allí, pero a caballo era un poco más corto, habían decidido rodear el bosque como su tío se los había pedido, y para pasar el rato la mujer hablaba con ellos en el camino.
- cuantos años tienes tú?
La pregunta fue para Taemin quien tenía puesta la vista en el bosque, la mujer volvió a preguntarle esta vez llamando su atención, Taemin volteó y se disculpó primero.
