Misión

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El reflejo de las luces que adornaban los grises pasillos bailaba en el rostro del chico vestido cromáticamente igual que las tristes paredes. Tras recorrer el largo pasillo donde la duda de lo que iba a ocurrir estaba presente en su mente, dejaron al castaño en un enorme portón de cristal tintado de gris, donde, desde su lado, sólo se podía observar una alta silueta parada en la habitación y otra sentada cerca de la anterior. Los hombres de negro que lo acompañaron abrieron la voluminosa puerta y sus ojos pudieron observar la zona con claridad. 

Se trataba de una amplia habitación del mismo color que toda la instalación, con mesas tintadas de blanco, sillones y sillas coloreadas como las mesas y un brillante escritorio de cristal, donde una de las siluetas anteriores estaba sentada. La luz de las cristaleras tras el escritorio dejó ver la imagen de un hombre de mediana edad, vestido completamente de blanco, y un rostro de pocos amigos. Su cabello completamente canoso vestía toda su cabeza, acabando en un corto flequillo sobre su frente, otorgando atención al brillo azul de sus ojos. 2075 posó ahora su mirada en la otra figura: un hombre un poco mayor que él, de cabellos dorados y ojos del mismo color que la otra persona. El escuálido chico, intercambió miradas entre ambas personas, pudiendo deducir, así por su parecido, que eran parientes, concretamente padre e hijo. 

- Tú debes de ser el famoso 2075, adelante, siéntate, queremos conversar contigo.-Dijo el mayor de los tres tras el inmaculado escritorio, alzando su mano hacia la silla frente a él, dándole asiento.

- ¿Porqué me ha mandado a llamar?- Preguntó el castaño al sentarse con nerviosismo en la pequeña silla blanca, mirando un punto vacío en el suelo.

- Mi nombre es Joshua Argent, y soy uno de los altos ejecutivos de esta instalación, se podría decir que soy como el director de esta escuela. – Cruzó sus dedos, en lo que el castaño se fijo en el anillo de plata en el dedo anular del contrario, donde a contraluz se podía diferenciar el grabado Argent.-  Observando tu expediente he podido comprobar que has llevado a cabo muchos trabajos interesantes: exterminio de la manada Queen en Nueva York, el salvador de la masacre de los hombres jaguar, y muchas más menciones honorificas por parte de la "escuela".-Contestó posando sus ojos en unos papeles entre él y el menor.

- No creo que me haya llamado para regalarme una medalla, ¿qué es lo que quiere un alto ejecutivo de un chico como yo?-Cuestionó con sarcasmo ante la autoridad de los presentes. 

- Me gustaría que hiciese un trabajo, uno de los mayores trabajos que puede tener un Argent. Como sabrás nuestra "familia" siempre ha estado cazando y matando a hombres lobos y otras criaturas sobrenaturales. –Hizo una pausa para levantarse de su asiento y contemplar las vistas del campo de entrenamiento a las que daba la extensa cristalera- Pero nosotros siempre hemos tenido una gran confrontación con una familia, una familia sobrenatural, la familia y manada Hale. –Se sentó de nuevo y miró fijamente a 2075- Quiero que destruyas al único superviviente del incendio de la mansión Hale, Derek Hale.

El joven rubio que estaba tras el protagonista le ofreció una serie de carpetas al castaño, la cual abrió para poder averiguar de qué se trataba todo aquello. Dentro de la carpeta había una serie de fotos de un hombre, probablemente de la misma edad que el rubio, de aspecto fuerte y bravo, de cabellos negros y ojos verdes.

- Pensaba que a los hombres lobo no se le podían sacar fotos, que saltaba una especie de flash de ambos ojos. 

- Tenemos tecnología audiovisual mucho más avanzada que las cámaras normales.-Respondió el hombre canoso con una mirada intermitente entre el chico frente a él y las fotos que sostenía. - Tu trabajo será acercarte a él, preocuparte por él, hacer que él se preocupe por ti, para finalmente arrebatarle su patética vida.

- No me gusta relacionarme con otras personas y menos con un chucho.

- No te tiene que gustar este trabajo, simplemente tienes que hacerlo, Dan, mi hijo aquí presente te dará una identidad y te responderá a cualquier duda, así como te guiará y te llevará al lugar de tu misión.

La intimidación del rubio hizo que el castaño se levantará de su asiento, cuando el primero se giró al segundo no le quedó remedio que seguirlo, para guiarlo a otra sala muy parecida a la anterior y contigua a esta. Le ofreció unas maletas y una pequeña mochila y ambos salieron de la habitación para dirigirse amplio garaje, donde guardaban numerosos vehículos del mismo color que la instalación de la que estaban a punto de salir.

2075 sacó de la maleta una chaqueta de color roja, que rápidamente se la puso, se acomodó en el asiento del copiloto, observando por el rabillo del ojo al rubio encender el motor y salir del estacionamiento. El camino se predecía largo y aburrido.

Ya llegados a su destino, el rubio le alzó hacia su rostro: una pequeña tarjeta, su carné de identidad, donde venía su identidad; y unos apuntes donde venía escrita la historia de su personaje. El nombre que grabado en el pequeño rectángulo de plástico que sostenía en su mano derecha le llamó la atención.

- Stiles Stilinski, espera, ¿Stiles?, ¿qué clase de nombre es Stiles? –Se cuestionó lanzando una mirada de duda al rubio, el cual simplemente cerró la ventanilla, arrancó el coche y salió del lugar sin querer saber nada. – Vale, Stiles, puedes hacerlo solito, no necesitas a nadie, tu solo entra en el instituto y sigue las instrucciones. – Pensó para si mismo, mientras se acomodaba la mochila a su hombro derecho y se incorporaba al edificio, donde claramente en un montículo de piedra y ladrillo se podía leer "Beacon Hills High School" 

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2017 ⏰

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