Prólogo

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Prólogo

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Capítulo piloto

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"Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye. La verdadera sordera, la incurable, es la de la mente" (Victor Hugo).

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Yuuri leyó con entusiasmo aquella nota de nuevo. Era de uno de los varios doctores que lo había examinado hacía años por su sordera.

Parecía que el accidente hubiera sido ayer. Con 16 años, debutando como Senior* y en camino a ganar la última competencia que le abriría las puertas del Grand Prix Final, sufrió la desgracia de encontrarse en el momento y hora equivocada; Trotaba con los audífonos puestos como normalmente lo hacía en las calles de la ciudad donde se celebraría el próximo evento en el que participaría cuando un ciclista, sin razón alguna, lo empujó entre prisas fuera de la banqueta con tan mala suerte que el automóvil que venía en la calle no tuvo tiempo de parar.

Una costilla y varios dedos rotos, una docena de puntos en la frente y esquirlas de lo que antes fueron sus auriculares enterrados en sus oídos. Lograron remover aquellos trozos, eso fue fácil, pero el daño que causaron fue imposible de reparar para los médicos. No podía oír casi nada, por no decir que si se encontraba a la par de una bocina gigante probablemente sólo captaría un murmullo de algo a lo lejos junto con las vibraciones del sonido.

Pero esto...

« (...) Los estudios han avanzado a través de los años, y esto me ha hecho pensar específicamente en su caso. Ahora, casi 7 años después, puedo afirmar que con una cirugía seré capaz de devolverle la audición. Contácteme si le interesa, aunque debo de admitir que el tratamiento no es de bajo costo.»

Soltó un suspiro queriendo no lucir emocionado y se volvió a su familia, que le miraban expectantes, negando suavemente. El ánimo de todos en la sala decayó y le preguntaron con los ojos la razón de su negativa. Sus manos hablaron por él. 

–«No tengo dinero» –Dijo en lenguaje de señas*

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–«No tengo dinero» –Dijo en lenguaje de señas*. Lo había aprendido para comunicarse con su familia de forma más fluida que por pequeñas notas, cosa que les resultó de maravilla, pero aún era difícil entenderse con personas que sólo eran oyentes.

Mari se levantó de improvisto y abandonó el cuarto sin cambiar un ápice su expresión. El japonés tenía un poco de miedo por la reacción de su hermana, pero el temor fue rápidamente reemplazado con curiosidad al verla regresar con una caja.

 El japonés tenía un poco de miedo por la reacción de su hermana, pero el temor fue rápidamente reemplazado con curiosidad al verla regresar con una caja

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–« ¿Qué?» –Fue su pregunta cuando su hermana puso el paquete en su regazo y luego lo señaló a él. Entendía que quería que lo abriera, pero no era su cumpleaños o algo así como para que recibiera un regalo.

Su corazón se detuvo al quitar la tapa y ver adentro un par de patines profesionales con pequeños diamantes de imitación en las cuchillas y cuatro aparatos muy parecidos a una bocina plana con correas.

Las lágrimas corrieron por su cara con rapidez. Esta vez su madre se acercó y se encargó de sacar uno de esos aparatos, asegurando la cinta que estos traían en su brazo. Le dejó hacerlo, extrañado, y seguidamente Mari le mostró la pantalla de su celular, conectando Bluethoot y reproduciendo una canción aleatoria.

Un gemido lastimero salió de su garganta, aunque no pudiera oírlo, al sentir sobre su piel las vibraciones tan claras que emitía la bocina al ritmo de la música. Sus ojos, llorosos, volvieron a pasar por sobre su familia, quienes le sonreían.

 Sus ojos, llorosos, volvieron a pasar por sobre su familia, quienes le sonreían

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«Estoy feliz» –Expresó con sus manos, totalmente sobrecogido. No podía oír la música, eso era cierto, pero aún podía sentirla y patinar. Sí, volvería las competencias luego de años alejado del deporte. Tenía que asegurarse de ganar los mejores puestos en las competencias más importantes y, de ese modo, reunir el dinero que necesitaba para la operación.

Claro que Yuuri no sabía que la lucha sería más cruenta de lo que imaginaba. En el buen sentido.

...

Notas de la A:

Senior: En el patinaje artístico hay varios niveles: Novel B, Novel A, Junior y senior, siendo la mencionada la de los competidores arriba de los 18 y la más reconocida. En algunos casos hay patinadores que son tan buenos que son promovidos a Senior cuando aún no cuentan con la edad requerida.

Lenguaje de signos/señas: No es del todo universal, cada país tiene sus propios sistemas. En este fanfic emplearemos el American Sign Lenguaje o ALS (Lenguaje americano de señas, usado en Estados Unidos) puesto que es mucho más fácil encontrar información sobre el mismo.

Aclaraciones extra: Yuuri, aunque es sordo, aún puede hablar. No controla el tono y la pronunciación, ya que no puede oírse, y es por eso que prefiere permanecer callado. Se comunica mayormente por lenguaje de señas y textos.

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Proyecto anotado en un borrador. La idea me venía rondando desde hace un tiempo, cuando estuve aprendiendo por mi cuenta lo básico de ASL por Hearthstone, un personaje del libro Magnus Chase y los Dioses de Asgard que, obviamente, es sordo. Planeo escribir y dedicarme a esta historia en cuanto termine de publicarse "Un dulce amargo..."

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2017 ⏰

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Palabras de aire -Vikturi -Yuri On Ice -PRÓXIMAMENTE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora