Habitación 303.

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Los gritos de desesperación se escuchaban desde la planta baja, aunque este todo en silencio....

-April! tu turno empieza en 5 minutos, mas te vale estar lista.

dijo Hector, el despreciable dueño de este lugar, por este lugar me refiero a un prostibulo aunque no era muy bonito, era mi hogar. Desde que mamá enloquecio y mi hermano murió es así. 

todos los días eran iguales a los anteriores, nada me motivaba, me daba lo mismo estar muerta que viva, por lo menos tenía una amiga, Eva que cuando no estaba bajo los efectos de la droga, era muy agradable.

Es hora.

Tenia que salir al escenario, subi los escalones de madera desgastada tratando de agarrarme de la pared con alfombra roja para no caerme. Odiaba este momento del día, odiaba este lugar, pero tenía que seguir alli si o si. No tenia más alternativa, mi padre nunca lo conocí y con el resto de mi familia nunca tuve contacto, siempre fuimos mamá, mi hermano y yo. y ahora lo único que tengo es yo misma.

Salí y mire hacia alrededor con la esperanza de encontrar algo más que viejos babosos desesperados por tener algún contacto con alguna mujer que no sea su esposa y por supuesto mucho más jóvenes. 

hice mi rutina, espere para ver si alguien estaba interesado en ver algo más que un baile erótico y me fui a mi camarin. desde atras se escuchaban pasos de alguien totalmente furioso, era mi jefe obvio.  Siempre se enojaba conmigo por no poder conseguirle más dinero, acostandome con alguien.

- pequeña puta, que raro trayendome solamente esta mierda!

dijo casi estanpandome contra la pared.

- perdon Hector,  nadie me solicito, ya sabes como funciona.

- obvio que lo sé,  estas muy flaca para que alguien te quisiera, eres solo mierda que intenta bailar sensualmente.

Me soltó y se fue.

ya estaba acostumbrada a sus maltratos y sus golpes, odiaba cuando me hablaba, bien o mal de cualquier forma, lo despreciaba.

Como pensaran una prostituta virgen? jaja, es casi obvio que no y menos yo. la perdi de la forma mas horrible, con hector, para empezar a trabajar aquí tenia que pasar por sus manos, amaba probar la mercancia antes de venderla, bueno eso decia él. 

fue lo más bruto que podria aver sido alguien,  me vio llorando y casi desangrada y lo único que hizo fue prender un cigarrillo e irse afuera

Los sábados me daban el día libre, hoy era viernes. 

aprovechaba para ir a visitar a mi madre que aunque era casi inútil que se acordara de mí,  nunca la dejaria sola.

era un largo trayecto desde mi """"""casa"""""" hasta el hospital psiquiátrico.

pero siempre valia la pena hacerlo, salí del hospital y me dispuse a caminar tranquila mientras trataba de imaginar como seria si mi vida fuera diferente....

De pronto pasa una moto llenandome de tierra.

- oye idiota! que acaso no tienes ojos?

veo la moto retrocediendo y desdecel casco se ven dos ojos verdes con un mechon de pelo negro.

Disculpe señorita,  ese es el vocabulario de una chica tan linda como usted?

sus palabras me causaron algo.

se saco el casco y era un hombre de no más de 20 años de edad.

- cuando alguien es tan grotesco como usted, pueden mis palabras ser peor aún. 

- perdon no la vi.

- esta bien, la proxima tenga más cuidado. 

- tiene nombre?

- si.

Asenti ofendida  

en su boca se veia una sonrisa.

- pues como es?

- April.

- muy bonito, el mio es Leandro, por cierto. agarro mi mano y le dio un beso. 

- bueno muchas gracias.

- adiós,  nos vemos luego, un placer conocerte.

me aleje rápidamente y paso de nuevo con la moto, esta vez, no me lleno de tierra por suerte.

Llegue y eran casi las 9 de la noche, decidí cambiarme para esta noche.

mi cuerpo no era precisamente la envidia de alguien, era muy flaca, no tenia ni pechos ni trasero lindo.

Era alguien común,  tenia ojos verdes y era rubia, más castaña que rubia.

odiaba escuchar su voz.

- April, en una hora es tu turno. traele dinero a papi, jaja.

dijo con un tono burlesco

según rumores él perdio a su esposa, y quedo viudo. desde alli comenzo a tomar y decidió poner un prostibulo, esta muy bien escondido de policías y leyes que lo podrian cerrar.

salí como todas las noches y volvi a mi camerino, decidi salir afuera a fumar, pues ese día hacia mucho calor.

prendi el cigarrillo y vi como el humo salia de mi boca.

- pero mira que pequeño es el mundo!

escuche detrás mio, esa voz me parecia familiar.

era el chico de la moto, Leandro. 

- acaso me seguiste?

le contesté

-pero como piensas eso? los caballeros no hacen cosas así. 

se esbozo una sonrisa. 

- bueno es mucha coincidencia. 

- lo mismo digo, que haces por aquí?  no es un lugar muy agradable....

- trabajo aquí.

- eres prostituta?  

- exactamente. 

- no lo tendrías que ser.

- porque no? cada persona se gana la vida a su manera.

- eres muy bonita para trabajar de tal cosa, te mereces más,  mucho más. 

miro el reloj y me miro a mí fijamente a los ojos.

- me tengo que ir, ya se donde trabajas asique.... 

me sonrió y se fue en su moto por la cual lo conocí. 

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2014 ⏰

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