Primera Parte.

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Do KyungSoo odiaba las multitudes.

Estar rodeado de personas desconocidas que apestaban a sudor y se movían al son del rap extranjero mientras bebían alcohol e ingerían drogas solo provocaba que su humor, usualmente nefasto, se fuera a la mierda.

Como Presidente de Diablo Blanco, KyungSoo se había visto en la necesidad de concurrir a muchos lugares como aquel gran laberinto industrial abandonado llamado El Dorado. El lugar perfecto para que las carreras ilegales se llevaran a cabo con perfecto anonimato: no cámaras, no testigos, no policía.

La carrera de aquella noche cerraría la víspera de La Semana Negra, una serie de carreras de alto calibre donde bastardos de todo el país competían por dinero, gloria o pura estupidez. Un evento que traía mucho dinero y variedad de posibles negocios para la gente correcta. Diablo Blanco asistió como cada año y rápidamente aplasto a la competencia victoria tras victoria. Los afortunados salieron con algunos raspones, los atrevidos decoraron la pista o se rompieron un par de huesos. Sorprendentemente nadie había muerto aun. Lo agradecía internamente pues no quería que nada interviniera en las ganancias que las carreras traían a su club.

El presidente se apoyó en su bella moto modificada con el orgullo digno de un padre. Su máquina era completamente negra a excepción del escudo del club en el centro del tanque; nada de color, llamas o mierda por el estilo. Humedeció sus labios secos con gesto altanero manteniendo su mentón alzado y expresión de hijos de puta a cualquiera que se moviera de forma sospechosa. Los murmullos a su alrededor se detuvieron momentáneamente antes de comenzar de nuevo, y a pesar que SchoolBoy Q sonaba a tan alto volumen haciendo imposible que escuchara algo, se imaginó de que iba el asqueroso chismes.

La chusma miraba en su dirección con expresiones diversas: algunos con miedo, otros con respeto y otros con clara incredulidad. No los podía culpada del todo. Sabía que los rumores que circulaban sobre su persona eran mayormente palabrería del culo fantasiosa que lo presentaban como el mismo diablo, como la encarnación del mal en la tierra y el hijo de puta mas grande de la década. También sabia que su aspecto real distaba mucho de su reputación. Probablemente muchos dudaban que aquel hombre no muy alto de piel nieve, labios en forma de corazón y ojos saltones negros sin brillo fuera el temible Satanás de DB*. 

Sin embargo, ningún maldito quería acercarse a averiguarlo.

El apodo debajo del emblema bordado en la espalda de su chaqueta de cuero, los tatuajes que se extendían por su cuello hasta debajo de su camisa negra y el hecho de estar rodeado de grandes hermanos quienes se dirigían a él como "Presi"  - y mucho respeto- parecía ser la suficiente razón para que nadie tratara de acercase.

No obstante, la razón por la que mas odiaba estos eventos era que atraían a gente estúpida deseosa de emoción que no conocí su lugar.

KyungSoo espero, como todos los años, que algún pobre desgraciado tratara de hacerse el valiente pero parecía que todos recordaban el episodio del año pasado en el cual un estúpido le había intentado amedrentar. Antes de que sus hermanos pudieran poner un par de quilos de metal en el cerebro del tipo, él se hizo cargo del asunto. El estúpido en cuestión quedo más estúpido y con la marca permanente de sus fantásticas llantas en ambos brazos. Un recordatorio permanente de que nadie jodía con Satanás.

— Hey SatanSoo, ¡estas espantando a tus fans! — Grito BaekHyun mientras se acercaba con paso firme.

El paso sensual del hombre atrajo varias miradas pero eso no sorprendió. Byun BaekHyun era hermoso, todo en el gritaban perfección y sensualidad: desde sus ojos brillantes, cabello castaño y labios finos, hasta su trasero voluminoso y respingón enfundado en cuero. La camisa blanca, chaqueta de DB y botas de cuero revestidas de titanio le daban un aura peligrosa y patea culos. Un puto que mujeres y hombres deseaban por igual.

Diablo Blanco |EXO Fanfic| KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora