Segunda Parte.

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KyungSoo se deslizo como una mancha oscura por las calles de Seúl. Su moto y ropa oscura lo camuflaban perfectamente por la calle poco iluminada evitando que las cámaras de seguridad y ojos indiscretos lo vieran. 

Con rapidez llego a la familiar esquina en penumbras, estaciono para quitarse el casco y  se recostó con cuidado en su máquina. Una de sus posesiones más preciada - tal vez la mas importante- era su amada motocicleta modificada, su Nena.

El presidente trataba a su máquina mejor de lo que mucho padres trataban a sus hijo y el saber que la correa trasera estaba haciendo ruido y que ya era tiempo de un par de ajustes mayores le estaba carcomiendo la conciencia. El no permitía que cualquier hijo de puta tocara a su Nena. Los únicos que habían puestos sus manos en ella eran MinSeok Hyung - el único mecánico al que dejaba a su chica con total confianza - SeHun y BaekHyung -quien sorprendentemente tenia habilidad con los motores. Cualquier modificación o ajusto de última hora que fueran necesario los hacia el mismo como el posesivo bastardo que era.

Por desgracia, MinSeok no era un hermano oficial del DB a pesar de que trabajaba la mayoría de motos del club. El hombre no estaba obligado a seguirlos en las corridas y la mayoría del tiempo prefería quedarse en Busan, donde estaba su taller. Era una pena puesto que siempre estaba abierto a tomar nuevos miembros útiles.

El primer destino, una vez salieran a la carretera la siguiente noche, seria visitar al mecánico. Su Nena solo merecía lo mejor.

Una pequeña sonrisa se instalo en sus labios mientras la emoción le invadió lentamente. En silencio agradeció la calle desierta mientras la necesidad corría como magma ardiente por sus venas. Anhelaba tanto la carretera que estaba a poco de volverse loco. Después de tres meses en Seúl, él y sus hermanos necesitaban volver a las carreteras desiertas y paisajes libres de contaminación.

Normalmente Diablo Blanco se mantenía constantemente en movimiento debido a que desde su fundación se habían negado a establecer una base principal fija. Chen bromeaba diciendo que eran bastardos nómadas pero más que un juego era una clara realidad. Tres meses en el mismo lugar era un récord solo superado por los cinco que habían permanecido en Jeju durante sus años de novato a causa de la esposa del anterior Presidente quien había tenido problemas con su embarazo.

A KyungSoo le había costado mantener aquello: Conseguir negocios para el club, mantener a sus miembros a salvo y a la policía fuera de sus asunto le había dado más de un dolor de cabeza y noches de insomnio. El esfuerzo había convertido al Presidente en un manojo de nervios malhumorado. Uno más que de costumbre.

¿Por qué el jodido esfuerzo? Solo por una sola persona. Kim JongIn.

Satanás, el temible líder de Diablo Blanco había caído por un puto.

Sería divertido si no fuera patético como la mierda.

Maldijo en voz alta y luego agradeció que ningún borracho estaba ahí para ver sus lamentos a las cuatro de la mañana.

No quería avergonzarse más de lo que ya estaba.

O— 

Su historia de mierda se remontaba a tres meses atrás, cuando DB había tenido grandes negocios en la ciudad y KyungSoo justo a sus doscientos hermanos llegaron dispuestos a ir por el dinero y largarse como la mierda de ese nido de ricachones superficiales.

El pelinegro recuerda la última carrera de aquella noche como si hubiera sido ayer: DB estaba dominando las corridas luego de una doble victoria de Chen y él mismo. Solo faltaba que SeHun ganara para salir del descampado con una aplastante victoria y su reputación complemente intacta.

Diablo Blanco |EXO Fanfic| KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora