Narradora...
- oh querido Sasuke, no sabes cuanto me agrada estar contigo - se acerco al espejo con su mejor pose - cada vez que vengo a visitarte mi corazón se llena de regocijo - Sasuke desde el otro lado del espejo suspiraba sonrojado.
- ¿de verdad? - el rubio asintió para después tocar el espejo con su mano a lo que Sasuke correspondió haciendo lo mismo - la verdad es que yo también me emociono mucho con tu llegada - se podía notar la alegría en su voz.
- pues si estás tan emocionado como yo ¿no crees que ya es tiempo de conocernos en persona? - ante aquella interrogante, el corazón de Sasuke se apretó llenándolo de angustia.
- tengo miedo Deidara, cada vez que me ven salen huyendo y eso es muy doloroso para mi - en su voz se notaba la tristeza acumulada detrás de esas palabras - no quisiera que tu me dejaras, de verdad te has vuelto alguien importante para mi.
- yo no haría esa clase de desaire, por lo que me han dicho tu y tu madre, el hechizo en el cual estas atrapado solo se romperá si alguien de tu misma clase te quiere tal y como eres - hizo una pausa bajo la atenta mirada del azabache - y creo que yo siento algo muy fuerte por ti Sasuke y quiero conocerte y así poder deshacer ese mal con el que cargas.
El corazón de Sasuke dio un vuelco, pero lo que éste no sabía era que Deidara creía que esa cuento del hechizo era solo una excusa de la familia para llamar la atención de todos los señores de buena familia acosta de la fealdad su hijo, el sabia que Sasuke no era muy agraciado, quizás podía soportar una verruga, una uniceja o sus dientes chuecos, lo que a él realmente le interesaba era la gran dote que Sasuke le daría si se casa con él, por lo que solamente por esto fue que acepto el acuerdo.
Con su corazón latiendo a mil, no pensaba con mucha claridad, él veía tanta sinceridad en Deidara que no había lugar para desconfiar, así que decidió mostrarse tal cual es frente a ese hombre el cuál creía que era el indicado.
- creo que tienes razón, ya es el momento - Deidara se tensó al oírlo, pero quería saber como era el chico, si de verdad era tan feo como para culpar a una maldición - voy en camino.
Con una seguridad no muy propia de él, Sasuke se dirigió a la puerta que separaba el estudio de su habitación, tomo la perilla entre sus manos con mucha confianza y la abrió, caminó dentro del estudio y ahí estaba Deidara de espaldas a él, tenia un muy buen porte, su espalda ancha, ese largo cabello, su corazón estaba que se le salía del pecho, pero ya no podía echarse para atrás.
Deidara por su parte estaba demasiado nervioso, aunque trataba de disimularlo lo mejor posible, trataría de ser de lo mas amable cuando vea al chico para que así sus planes no se echen a perder, el era un tipo de cabeza fría y calculadora así que soportaría cualquier cosa, o eso pensaba.
Mikoto y Konan estaban ansiosas por lo que estaban viendo en la televisión donde gracias a una cámara instalada se podía ver claramente como la pareja estaba a punto de conocerse, cruzaban los dedos para que esta vez todo fuera diferente, pero no todo resulta como uno quiere.
Sasuke da el primer paso para conocerse colocando su mano encima del hombro izquierdo de Deidara, éste lentamente se da media vuelta para ver a su prometido con una sonrisa que claramente se esfumó al ver el rostro de éste, todo lo que había pensado estaba demasiado lejos de lo que estaba viendo ahora, Sasuke era un chico normal de la cabeza hacia abajo, pero su rostro era espantoso sobretodo su notable nariz de cerdo, no importa lo bien que vista o lo hermoso de su cabello y sus ojos el verlo con esa nariz era grotesco para sus ojos.
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La Maldición de Sasuke
FanfictionSasuke Uchiha pertenece a una acaudalada familia sobre la que pesa una maldición: su nariz, igual al hocico de un cerdo, es una prueba de ello. La única esperanza de que la maldición se rompa consiste en que alguien se enamore de él, aceptándolo tal...