1

1.9K 112 62
                                    


[Liam]



Terminado el caos de los jinetes, Scott empezó a entrenarme para ser el nuevo alfa, una vez que él se fuera. Aunque ninguno de los dos sabía cómo iba a suceder sin que tuviera que matar.

Muchas cosas habían cambiado, la despedida de Stiles era un ejemplo; y mi amistad con Theo era otra. Fui el primero en dudar cuando lo reviví, pero me demostró que cambió, y que merecía otra oportunidad.

Quise integrarlo a la manada, pero según Scott aún no estaba preparado para tener betas, y en especial alguien como Theo. Entendía su pensamiento, a él no lo salvó de los jinetes; pensaba que sería como Peter, "alguien que a pesar de que salvas te puede traicionarte".

El cual fue un pésimo ejemplo siendo que Peter y yo estamos saliendo.

Tiempo después de conocernos, nos dimos cuenta de que debíamos estar juntos, pero a nadie le agradaría la idea, asi que mantuvimos una relación secreta.
Cuando los jinetes se lo llevaron  empecé a salir con Hayden, aunque sentía que dentro de mí algo faltaba.

Cuando Peter volvió, tuve que hablar con ella y confesarle mi relación con el mayor. Lo comprendió y me deseó suerte. La charla con la manada fue un poco más complicada, pero terminaron por aceptarlo.

Aún así, algo no estaba bien.

A pesar de que ya no debíamos escondernos para estar juntos, la relación era igual (o incluso más) distante que antes.

-Correo –canturreo Theo sentándose frente a mí, mientras movía un papel por delante de mi rostro.

-¿No se cansa? –suspire con media sonrisa.

Como no podía estar en nuestra manada, ni ser un omega; el de ojos verdes se unió a la manada de Brentt. Después de que masacraran a todos sus amigos, viajó al exterior para buscar nuevos betas, pero tras volver siguió reclutando.

Y casualmente uno de ellos era mi admirador, un joven que me conocía desde antes que me cambiara de instituto.

Me enviaba notas a través de Theo para ocultar su olor.

-Siempre pregunta por ti –se quejó antes de darle un mordisco a su sándwich.

-¿Por qué no me dices quién es?

-Porque si lo hiciera, no sería divertido.

Tomé la nota y la guarde en mi bolsillo, no me gustaba leerlas frente a él, podría escuchar mi corazón y decirle al chico lo que me pasaba con ciertas cosas que escribía.

No lo conocía pero, desde que Peter me ignoraba, esas notas eran lo único que me hacían sentir especial.

-Tengo química –dije mirando mi teléfono- Nos vemos luego.

Él hiso un gesto con la mano y siguió ojeando uno de sus cuadernos.

La verdad no tenía intención de ir clases, Peter me acababa de enviar un mensaje para que nos juntáramos en el loft, y era una oportunidad que no pensaba desperdiciar.

...

-¿Cómo que "mejor otro día"? –espeté con odio, mientras que él ponía los ojos en blanco, y a mí se me hervía a un más la sangre del enojo- Hace una semana que no nos vemos, y cuando hablamos por mensajes me respondes cada media hora.

-Liam... no empieces ¿sí? –Suplicó, tomando mis caderas y atrayéndome hacia él. No puse resistencia, sentirlo cerca era lo único que quería, a pesar de estar molesto- Estoy realmente cansado, quería que hiciéramos algo, pero los ojos se me cierran...

Sabía que no mentía. Había empezado a trabajar aconsejando cazadores y ayudando a Deaton en lo que necesitase, quería aprender todo lo que el druida supiese, aunque tuviera que pasarse horas escalando montañas buscando un diminuto hongo.

-Ya perdí mi última clase –suspire. Él todavía rodeaba mis caderas, manteniéndome pegado a las suyas, así que tras calmarme lo abracé, apoyando mí cabeza en su pecho- Me basta con que durmamos abrazados.

Sus manos abandonaron mis costados, para cargarme hasta el cuarto de la segunda planta. A pesar del cansancio que revelaban sus ojos, Peter no quiso dormirse enseguida, se tomó su tiempo para besarme de forma dulce y cariñosa, haciendo que a mis ojos también empezaran a cerrarse.



***



Cuando desperté estaba solo.

Suspire y apreté los labios recordando el mínimo momento que estuvimos juntos antes de quedarnos dormidos.

El distanciamiento me dolía, pero no podía reclamarle cuando él también se sentía mal.



Mientras desayunaba encontré la nota que me había entregado Theo. La desenvolví con cautela, ya que Peter no sabía nada acerca de mi admirador. ¿Quién sabe que podría hacerle al pobre chico?

Frutita:

¿Cómo estás? Ya sé que no puedes contestarme porque no sabes quién soy, pero siempre me preocupa saber si estás bien.

Ayer te vi decaído y quise ir a hablarte, pero ni debes recordarme

¿Estabas así por Hale? Es una lástima que estés con ese viejo lobo

¿No quieres probar una carne más fresca? Cómo la mía ;)

Espero que el día que sepas quien soy aceptes salir al menos una vez conmigo.

Tuyo, Admirador.



Reí por lo bajo y guarde la nota en mi mochila.

Las tenía a todas guardadas en una caja, estaba dispuesto a leérselas todas cuando lo conociese, y mostrarle lo vergonzosas que eran. Eso, y que me parecía de mal gusto tirarlas cuando se había tomado la molestia de escribirlas para mi.



-----------------------------------

Espero que les haya gustado el primer capitulo!!

Díganme que les pareció.

Cartas para un LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora