Capitulo N°1|《Nuevas tormentas para viejos amantes》

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- Si, en realidad me alegra volver a casa, extrañaba todo el entorno y más que nada a la gente, mi familia, amigos... hasta las fans aquí son más hermosas que en otros lugares en los que me presento. Aquí son... únicas-

Dije refiriéndome a la singularidad con la que la guardaba a ella en mis recuerdos. Conteste con aire distraído y a decir verdad bastante despistado por la belleza que mis ojos desacostumbrados captaban en esa morena menuda, de una melena deslumbrantemente salvaje, con ojos escrutantes y apartada en la esquina (excluida del puñado de fans) justo frente al vidrio que nos separaba.

No podía creer que ella estaba aquí. Tan impertinentemente hermosa como mi torpe y desmañada memoria recordaba, se atrevió a preguntar si me alegraba volver a casa, a mi hogar. Sí, pero también me alegraba volver a encontrarla, casi tanto como me dolía recordar.

—Claro que sigue siendo la Elizabeth que conozco... la Elizabeth que conocí— Razoné.

Me encontraba de vuelta en casa luego de una larga gira, y para celebrar la ocasión especial, mi agente propuso que mi última aparición publica antes de mi bien merecido descanso sea un simple acústico donde me harían unas sencillas entrevistas, hablaría con las fanáticas, tocaría 4 canciones y listo, sin más compromisos por el resto de este verano. Acepte con gusto la idea.

Así, que aquí estaba yo, sólo sin mis compañeros de grupo, en el estudio Schulbler, perteneciente la radio local 105.9 en la que como bien puedo recordar hace aproximadamente diez años yo con gran ansiedad y entusiasmo, sintonizaba los nuevos "éxitos" musicales. Al recordar viejos tiempos suspiré haciendo revotar mi flequillo arriba y abajo sobre mi ojo derecho, esos tiempos en los que todo parecía tan simple.

Ante mi respuesta, las fans que se encontraban del otro lado de la cabina suspiraron y rieron al unísono. Aunque Elizabeth por su parte se limitó a mirarme indiferente, pero una indiferencia desconfiada, como si con la mirada estuviera empeñada en descubrir cual es mi verdadera identidad.

Típico de ella.

Una fan a la cual tenía identificada como Verónica, me pregunto a donde iría luego de concluir con la presentación aquí. No tenía idea, no hice planes, ¿Ir a casa supongo? Pero no me esperaban sino hasta mañana... entonces, se me ocurrió aprovechar el hilo de las indirectas. ¿Quién sabe? tal vez estaba aquí para hablar conmigo, tal vez quería rememorar viejos tiempos... volver a ser lo que fuimos y tal vez yo quería explicaciones.

Un escalofrío creció en mi columna vertebral expandiéndose por mi cuerpo, un dolor punzante atacó mi pecho y se me encogió el corazón... ¿Será que después de lo que me hizo piensa en volver conmigo? ¿O cuando me dejó allí, desnudo en aquel cuarto donde creí que nos amamos, se le olvidó pisotear por completo mi corazón y viene a cobrarlo? o si no ¿Ella había caído aquí y tan solo por curiosidad entró a la radio encontrándose conmigo? Muchas dudas invadieron mi ya arremolinada cabeza y caí en la cuenta de que no le había contestado a la tal Verónica. Le di una sonrisa forzada y respondí.

—Volveré al último lugar donde me rompieron el corazón— Contesté rápidamente. Hice una pequeña pausa dramática, aunque suena estúpido, bueno si, las pausas dramáticas intencionales son estúpidas. ¿Pero que puedo decir? Soy un fanático del drama. Tosí para no parecer un estúpido total y continué —mejor dicho el lugar donde estuve antes de que me lo rompieran. Aunque no lo crean, soy algo nostálgico y disfruto de ese tipo de cosas, nunca esta mál revivir el pasado y bueno, tampoco puedo negar que el paisaje que en ese entonces presencié era maravilloso...—

Posé mi vista en Elizabeth y la agarre totalmente desprevenida en un intento de ocultar que en sus ojos, sus dulces ojos de un fuerte y demandante azúl, la indecisión se filtraba. Cuando notó que la observaba, inmediatamente trato de poblar su rostro con una expresión de indiferencia, que en ese momento, me parecía un muy triste intento de hacerme creer que no me recordaba.

Verónica se quedó algo sorprendida con la respuesta, era notable por su mirada curiosa pero vagamente molesta. Igualmente sonrió.

Miré discretamente el reloj de la pared a mi izquierda, marcaba el inicio de las 7 de la tarde. Ya había pasado una hora entre entrevistas, respuestas a los fans y miradas furtivas con Elizabeth.

Estaba sumergido completamente en mis pensamientos. Simplemente esto era una locura, la mujer que me rompió el corazón no deja de mirarme con falsa indiferencia, sus ojos acusadores y desconfiados, recelosa de toda mi persona, mientras yo estoy sin saber cómo reaccionar, si ir y confrontarla o quedarme aquí y hacerme el idiota frente a esto.

¿Que deberías hacer cuando un fantasma ya casi olvidado vuelve a desencadenar el infierno del que quisiste escapar?

►Nine In The Afternoon |Brendon Urie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora