GFH (YoonSeok)

Guns for Hands

YoonGi se miro una vez más al espejo de cuerpo completo en la habitación oscura, con la boca seria y los ojos sonrientes maquillados en tonalidades claras sobre el ligero tinte rosáseo natural de sus párpados le daba una apariencia conmovedora. Paso el cepillo de nuevo por el corto cabello negro, impecable y reluciente y aplicó una ligera capa de brillo sobre su labios acorazonados. No se acostumbraba aún a la imagen en el espejo, extrañamente inocente y risueña cuando suele ocurrir que el veredicto general de su belleza es descrito como inquietante y sugerente, de mirada lujuriosa, delicado y sobre todo peligroso, tal vez porque solía usar el vestido color rojo mate y pintar sus labios de color vino.

Sin embargo esa noche era una ocasión solemne y especial, por lo que en lugar del vestido rojo y el llamativo maquillaje decidió optar por un look más dulce, no terminaba de decidirse entre el vestido blanco que dejaba a la vista sus omoplatos algo prominentes o el vestido corto color azul francia.

—¿Vas en camino?

No se molestó en contestar el mensaje que le acababa de llegar a su celular, rodó los ojos y le ordenó al conductor que acelerara, usando los atípicos tonos de voz bajos. Mientras el taxista conducía, YoonGi sacó unos papeles de su bolso y leyó una vez más el perfil de su cita de aquella noche.

Nombre: Kim SeokJin
Edad: 29 años

Empresario reconocido en la industria de las construcciones.

Ponía un par de datos más sobre sus gustos, los lugares que frecuentaba, sus amistades y cosas realmente irrelevantes. YoonGi se había tomado la molestia de investigar un poco más allá. El papel inservible entre sus manos nunca mencionaba que SeokJin era un hombre de carácter amable muy inteligente y de porte elegante y dócil. No decía tampoco que las construcciones antes mencionadas no eran si no hospitales en su mayoría, no ponía que era sumamente cariñoso con los niños, no ponía que a su corta edad era ya viudo y en general no ponía que Kim SeoJin era una buena persona.

Cuando YoonGi bajo del taxi tuvo esa sensación que lo acompañaba en cada uno de sus trabajos, como si partiera en un largo viaje del que podría no regresar. Pero estaba en lo incorrecto, el si regresaría a casa en la madrugada, SeokJin no.

A penas entró al enorme salón de la casa, se escabullo entre la gente tratando inútilmente de pasar desapercibido porque YoonGi siempre resaltaba por su belleza misteriosa, al igual que SeokJin destacaba de entre el montón de caballeros por su mirada melancólica de ojos dorados. El del vestido azul se acercó al empresario y le sonrió con confianza.

—Buenas noches, es usted el señor Kim ¿O me equivoco?— YoonGi generalmente no trabajaba en lugares así, tan ostentosos y llenos de gente materialista si no en burdeles o prostíbulos por lo que obviamente sus modales serían más sencillos que los de las demás mujeres.

SeokJin sonrío también y extendió su mano para saludar a la hermosa desconocida.— Kim SeokJin es un placer, ¿Tú nombre?—

— ChaeRin.— ¿Esperaban un nombre como "Min Yoona"? YoonGi sería un tonto si usará un nombre falso parecido al verdadero.

—Encantado.—

A veces a YoonGi le llegaba el remordimiento, por eso sus labios temblaban al sonreír, pero sus ojos seguían profundos y graves. Para el esa noche en particular se sentía diferente, ¿sería por que se hallaba en un salón de baile?

—¿Quieres bailar ChaeRin?—

Resplandeciente de una pureza y bondad tan falsos, YoonGi tomó la mano de SeokJin y tristemente, bailaron como verdaderos novios.