Something great [Luke Hemmings & Michael Clifford]

Capítulo 5~Gracias por hacerme reir

Llegamos a un restaurante a las afueras de la ciudad. 

-¿Dónde estamos?- Pregunté nerviosa. 

-En el restaurante de un amigo, no estés nerviosa, no te voy a raptar.-Dijo divertido. 

Solté una carcajada y entré al restaurante, ya que Michael ya había pasado. 

-¡Hey! Por aquí- oí decir a Mike. 

Miré hacía donde pensé que provenían las palabras de mi cita, allí vi a Michael esperándome, me acerqué hasta donde estaba. 

-Siéntate, pronto traerán la carta. 

Me acerqué a la mesa y el retiró la silla para que pudiese sentarme. 

-Gracias.-Sonreí. 

Dicho esto, él se sentó en frente mio y esperamos charlando animadamente. 

Pasados unos minutos un amable camarero que no paraba de echarme miradas a lo que Michael respondía con un gruñido de desaprobación, yo no podía parar de reírme. 

Cuando nos sirvieron Michael y yo nos reíamos de las caras del otro al probar la comida. 

Al acabar de comer, Mike me llevó a dar un paseo por el muelle del puerto. 

-¿Te lo estás pasando bien?-Preguntó nervioso. 

Asentí con la cabeza mientras miraba su silueta dibujada en el agua. 

Se puede decir que algo estaba despertando en mí. 

Noté una leve brisa que me hizo estremecer. 

-¿Tienes frío? ¿Te dejo la chaqueta? 

-No, ha sido al recordar algo.-Mentí. 

Sabía que Mikey estaba empezando a sentir algo por mí, pero no podía ir tan rápido. 

Me sonó el móvil, era un mensaje de Luke. 

<<Me han contado que estás con Michael... L~>> 

<<Sí, lo estoy. Pero solo hemos quedado... ¿Algún problema? Andrea~>> 

Metí el móvil en el bolsillo e hice una mueca, el escalofrío había vuelto. 

Esta vez Mike no preguntó, tan solo se quitó la chaqueta y me la dió. Le dí un beso en la mejilla y noté que se había puesto rojo, no pude evitar soltar una pequeña carcajada. 

*Narra Michael* 

¡Me dio un beso! 

Cuando acabamos de andar por el puerto me dirigí sin que me viese al coche, cogí los bañadores, le pedí a su hermano que le cogiese uno para ella. 

Cuando volví, estaba sentada con los pies a remojo. 

Me acerqué a ella y la cubrí los ojos. 

-mmmm....¿Calum?, ¿Ashton? 

Empecé a reirme y le enseñé el bañador. 

-¿Te apetece bañarte? 

-Me sorprendes cada vez más. Mikey. 

¡ME LLAMÓ MIKEY! 

Se metió en uno de los baños y salió con su biquini ceñido. 

Tengo que decir que estaba muy buena. 

-Si me pides una foto te durará más.-Dijo divertida. 

Me había quedado mirándola por mucho tiempo. 

-Ahora vengo, voy a cambiarme. 

Me metí en uno de los baños y me puse el bañador de Billabong. 

Al salir Andrea se rió de mi repitiendo mi acción anterior. 

-Eres muy mala... -Hice un puchero y ella se acercó para darme un abrazo. 

Cogió mi mano y caminamos hacía la orilla, entonces metió un pie para ver la temperatura del agua, pero yo la empujé al agua. 

-¡Hijo de puta!-Dijo riendo. 

Salió del agua y me tiró ella a mi. 

Me quedé tumbado en el agua y ella se tumbó a mi lado uniendo nuestras manos. 

*Narra Andrea* 

Cogí la mano de Michael, me hacía sentir como nunca nadie me había hecho sentir y no sabía como agradecérselo. 

-Mike, muchas gracias por todo esto. Nadie nunca me ha hecho sentir así. 

El chico sonrío y me abrazó, pero le salió mal y nos hundimos. 

Ambos empezamos a reír como locos. 

Cuando nos cansamos de nadar salimos. 

-¿Te has traido las toallas? 

El chico negó preocupado. 

-No me he acordado, lo siento. Coge mi sudadera y utilízala de toalla. 

-¿Eres tonto? ¿Cómo voy a utilizar tu sudadera? No digas tonterías. 

-No estoy de broma, es una sudadera vieja. 

-¿Y tú? Te vas a morir de frío, si la utilizo la comparto contigo. 

-Ahora no seas tonta tú. No necesito calor. 

-Eres un macho.-Contesté irónica. 

Él asintió y yo comencé a reír. 

-Anda ven aquí y comparte conmigo. 

El chico asintió y me abrazó para ocupar menos espacio. 

Llegamos al coche y Mike me dio una  toalla de verdad. 

Cuando ya estaba cambiada me acerqué a Michael y le abracé. Escondía detrás de mi un paquete para él, cuando me dejó para coger los bañadores me acerque a una tienda y le compré una camiseta de The Ramones. 

-¿Qué es eso? 

-Averígualo. 

Cuando abrió el paquete se abalanzó sobre mi y me empezó a apretar. 

-Eres tonta... No hacía falta... Ahora me siento mal. 

-¿Por qué? Tú ya has echo mucho por mí. Esta "cita" ha sido la mejor que he tenido en mi vida. 

Ahora fui yo la que le abracé y nos quedamos a pocos centímetros, decidí acortar esa distancia y besarle. 

Besaba como los ángeles. 

-Gracias por esta noche.