SEIS AÑOS DESPUÉS
Dos manos cubren mis ojos.
-Adivina quien soy- Canturrea una voz que podría reconocer en cualquier parte del mundo. Sin embargo, hago como que me lo pienso, llevándome un dedo al mentón y dándole golpes leves.
-Mmm...-digo. Luego, esbozo una sonrisa- ¿El mejor esposo del mundo?
-No- me dice Aaron. Yo sonrío, embobada.
-¿A no? Entonces ¿Quién es?
-El hombre más afortunado del mundo- dice, sacándome las manos de mis ojos.
-¿Y eso porque?- le pregunto, acercándome a él.
-Porque estoy casado con la mujer más maravillosa del planeta- Mi sonrisa se ensancha y me pongo de puntitas de pie para darle un suave pero dulce beso en los labios.
Desde que terminamos la escuela, Aaron cambió un montón: sus músculos están mas formados, de vez en cuando se deja la barba (Lo que le hace ver más sexy de lo que ya es) y es el padre más responsable del universo.
Aaron y yo tenemos dos hijos: Raul, que en unos meses cumplirá los cuatro años. Es más parecido a Aaron. Su pelo rubio y sus ojos celestes son exactamente del mismo color que el de su padre, aunque la fina boca la saco de mi. Es muy dulce, y le encanta leer cómics. Para tener cuatro años, es más inteligente de lo que parece.
Y después esta… Jude. El tiene dos años y medio. Cuando quede embarazada por segunda vez, no tenia ni idea de cómo ponerle. Aaron quería que yo eligiera el nombre esta vez, ya que el nombre de Raul lo había escogido él. Me pasaba día y noche pensando en un nombre bonito, hasta que una tarde, estaba revolviendo algunas cosas de mi escritorio y encontré la carta que Jude, mi mejor amigo, me había dado. En cuanto la leí sentí unas inmensas ganas de llorar, y fue ahí que se me ocurrió ponerle Jude. Cuando le conté a Aaron, el me miro, con los ojos llorosos, me sonrío tristemente y me dio un beso.
Aunque no volvimos a ver a Jude, si que la vimos a Amber. Ella fue capaz de encontrar a su amor verdadero, y ahora, esta esperando a una hermosa bebe. Aaron y yo estamos preparando las cosas para ir a visitarla, ya que cuando conoció a Liam, se mudo con el a Madrid. Hace más de dos meses nos pidieron que nos mudáramos con ellos allá, para que podamos estar juntos, y nosotros accedimos.
-¡Raul!- grito. El llega corriendo unos segundos después, con una sonrisa en la cara. Su sonrisa era exactamente igual de hermosa que la de su padre.
-¿Qué mami?- pregunta. Tiene dos aviones en ambas manos.
-¿Ya preparaste tus cosas? Hoy vamos a ver a tu madrina- le digo, acomodándole el pelo.
-¡Si!- grita entusiasmado- Y la vamos a felicitar por tener a…- Intenta de recordar el nombre de la bebe, pero se nota que no puede. Sonrío y le hecho una mano.
-So…-susurro.
-¡Sofía!- grita, riendo. Yo también me río.
Después de que Aaron empacara sus cosas, y yo empacara las de Jude, subimos todo al auto y fuimos hacia el aeropuerto.
Los chicos estaban felices, exaltados, inquietos. Nunca habían salido del país, y menos del continente, y que su primer viaje sea a Europa, esta bastante bueno.
Amber no tiene ni idea de que la vamos a ir a visitar, será una sorpresa. Ella piensa que vamos a ir dentro de dos semanas. Por lo que me contó, la casa que comparte con Liam esta en frente de la playa.
La espera fue bastante larga, el viaje también, pero después de todo, llegamos sanos y salvos.
Alquilamos un taxi y nos dirigimos a la dirección que se supone es la de Amber. Raul no dejo de hablar en todo el viaje.
