Alas cortadas

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Muy bien, quiero compartir con ustedes una historia interesante (no sólo el fanfic, sino algo que me pasó a mí). Sucede que mi escuela no es católica, pero una vez por parcial ofician una misa y tú firmas si quieres asistir o si no y ya. Como no soy católica, yo aviso que no voy a asistir a las misas.

Supuestamente, el maestro que se queda a cargo de los que no van a misa debe darles un trabajo o algo en lo que entretenerse, pero la mayoría de los maestros simplemente te dicen que no saques el teléfono y no mates a nadie y ellos se ocupan en sus cosas. En general yo aprovecho esa preciada hora libre en escribir fanfiction.

El asunto es que el otro día la maestra de Lectura y redacción se quedó a cuidarnos, y yo ya había sacada mi carpeta para escribir el capítulo 19 de "Dudas existenciales" y entonces ella dijo "Saquen su cuaderno, vamos a escribir una..." pero en ese momento alguien atrás de mí la interrumpió y en voz baja (aunque no lo suficiente) dijo "Un fanfic."

Cabe mencionar que en mi escuela tienes un grupo nuevo cada semestre y esto ocurrió en la segunda semana de clases, así que aún no nos conocíamos muy bien. Unos amigos y yo, que sabíamos lo que era un fanfic nos volteamos a ver preguntándonos qué rayos con la mirada.

Entonces la maestra contestó "¿Un qué?" obvio el chico que había hablado negó que hubiera dicho nada y como la maestra no parecía molesta, después de un rato terminó por repetir lo que había dicho. El como es que nos quedamos los puros ñoños que habíamos entendido la primera vez a qué se refería y todo lo que hacíamos era reírnos y lanzarnos miradas cómplices (como los maduros adolescentes que somos).

Total, le explicamos a grandes rasgos lo que es el fanfiction y durante un momento la maestra se nos queda viendo extraño, como procesando la información y entonces dice "Umm... ¿entonces podría ser Julieta trabaja en un banco y Romeo es un asaltante?" y yo le respondo "Pues sí, a eso le llamamos un universo alterno, un AU." Y se queda muy pensativa y de pronto dice "Muy bien, siempre ocurre que aprendo de mis alumnos, pero no siempre mis alumnos hacen que cambie de planes; sin embargo esto suena interesante así que saquen una hoja y escriban un fanfic."

Yo por supuesto me boté de la risa porque lo único que podía pensar era que a mi papá la iba encantar escuchar que mi maestra me había dado permiso de escribir fanfiction en clase.

Ahora, supuestamente íbamos a leer nuestros fanfics al final de la clase, por lo que la maestra nos pidió que fuera acerca de algo que pudiéramos entender, y como yo quería que ella entendiera bien, descarté las ideas de Percy Jackson o Cazadores de sombras y decidí hacerlo simplemente de mitología.

Y como esta nota ya es muy larga, explicaré un par de cosas más en la nota del final, ¡espero que lo disfruten!

Alas cortadas

Cuando Afrodita irrumpió en las antecámaras del palacio, Hera no hizo sino rodar los ojos. Tres mil años y la hija del océano no había aprendido a tocar la puerta.

Sin embargo, no fue sino hasta que elevó la vista de su tejido y se encontró frente a frente con la diosa que se dio cuenta de que algo estaba verdaderamente mal.

Afrodita, siempre tan arreglado, llevaba el cabello enredado, como si ni siquiera se hubiera molestado en cepillárselo el levantarse de la cama; los bordes de su blanca túnica parecían sucios y su cinturón plateado no hacía juego con los áureos aretes adornados a manera de hojas de laurel que colgaban de sus lóbulos. Había una mancha de lo que parecía ser labial en su antebrazo derecho, de un color oscuro, casi café, en contraste con los rosas llamativos e intensos rojos que la diosa usaba casi siempre. Por si eso fuera poco, iba descalza.

Alas cortadasWhere stories live. Discover now