Narrador Omnisciente:
1895 Londres-Inglaterra
La noche comenzaba a caer, y con ella las fría brisa de invierno, un hombre caminaba sin rumbo alguno, el era La Muerte, estaba en busca de almas cuyo fin en el mundo avía llegado, el no contó con que esa noche llegaría algo grande, algo que destruiría sus planes de Alejar a los seres Humanos de las personas que aman.
"Quien eres" escucho decir tras su espalda, lentamente se dio media vuelta tratando de mantener el mayor suspenso posible a la situación
"No debería estar a altas hora de la noche en este tipo de lugares dama" dise el hombre con cierta malicia en su voz
"Cada ves que te veo alguien muere"
"No Deberías espiar a la gente" dice sacando una pluma imaginaria de la hombrera del abrigo "soy un demonio mi bella dama"
"Esas bobadas no existen"
"No debería confiar en extraños, las apariencias engañan bella"
"Si esas cosas existieran,y me vieran yo no estaría rondando por aquí"
"Mi turno bella, que eres" dijo un tanto más duro que en su tono anterior y aún sonriendo con malicia
"Me han enviado a salvar a las personas que se vienen a llevar supuesta gente como tu"
"No juegues conmigo, soy el mismo fuego en persona, soy el mismo demonio que viene y lleva almas por doquier" los ojos de la chica brillan con un poco de miedo si el es quien dise ser todo estaría perdido " tu debes ser la que a estado arruinando mis planes" se Acerca a unos cuantos pasos más a ella y la toma de sus cabellos tan fuerte que ella ya no toca el piso "y déjame decirte" le susurró a la oreja "no me gusta que se metan en algo a lo que luego no podrán salir"
