Alergia de Primavera (Parte Única).

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Baekhyun está enfermo.

Muy enfermo, todo lo indica.

Todo comenzó con la vuelta a clases y esa innecesariamente cursi rosa roja con la que Chanyeol lo recibió el primer día luego de las vacaciones, esa que traía una notita adherida al tallo que decía un simple "te quiero" escrito en letras demasiado pequeñas para ser trazadas por alguien tan grande.

La voz cargada de titubeo, el nudo en el estómago que le impide terminar el almuerzo, las cavilaciones eternas en clase, las mejillas constantemente rojas, el ardor incómodo en aquellas zonas privadas de su joven cuerpo cuando se le acerca demasiado mientras practican algún deporte en el gimnasio, esa ansiedad que se apodera de su mente y lo lleva a morderse las uñas cuando le observa durante el receso...

Ha de ser ese tiempo entre el fin de la primavera y el comienzo del verano, que activa sus alergias nerviosas. Baekhyun está acostumbrado a ellas, pero ésta es indudablemente muy persistente. Lo nota en ese calor húmedo que envuelve todo y lo llena de sudor frío cuando se oculta bajo las sábanas intentando comprender qué es lo que le sucede a su organismo que parece de pronto tan revoltoso cuando piensa en él (o le habla a él, o lo mira a él, o se acerca a él).

Y es ridículo porque cada vez que Chanyeol le pregunta qué es lo que ocurre Baekhyun se siente un poco más enfermo. La garganta se le seca y sus pupilas se vuelven incapaces de mantener la mirada en aquellos enormes ojos preocupados.

Entonces Baekhyun responde casi en modo automático que "deben de ser las rosas", porque todo comenzó con una y porque el patio de Chanyeol está lleno de ellas, y está seguro porque cuando están aquí solos entre toda esta algarabía de tonos escarlata definitivamente los síntomas se agudizan. Y Baekhyun supone que aquellos síntomas se mantienen en el colegio porque Chanyeol siempre lleva ese aroma a donde quiera que va, lo tiene impregnado en la ropa del uniforme, en sus grandes manos, en cada rizo color miel de su cabello, porque incluso lo lleva pegado al cuerpo, lo sabe porque lo ha sentido cuando toman duchas juntos luego de atletismo o cuando duerme junto a él después de que se les hace tarde estudiando en su casa.

Baekhyun está enfermo y cada vez se siente peor. Y tiene miedo porque ya apenas puede ver a Chanyeol a la cara sin sentirse súbitamente mareado, porque ya no puede compartir un helado si él antes ya lo ha lamido ni aceptar que lo envuelva en un abrazo desesperado después de que pasan un fin de semana sin verse, no puede pasear por el parque montado con él en la bicicleta abrazando su cintura ni permitir que lo ataque en una guerra de cosquillas sobre su cama porque la temperatura aumenta desmedidamente de pronto, porque incluso cuando lo siente inclinarse demasiado hacia su oído para susurrarle algún chiste trillado para romper el aburrimiento de las lecciones de matemáticas, simplemente la respiración que previene el sonido de su voz (demasiado grave para su edad y para su gusto) lo debilita al punto de creer que va a caerse en el suelo desmayado. Porque el mínimo toque de sus dedos contra los de él cuando por accidente intentan alcanzar el mismo lápiz sobre el pupitre hace que sus hormonas se alteren. Chanyeol lo observa alejarse de a poco con duda y tristeza en su rostro, y Baekhyun sabe que lo está hiriendo terriblemente pero es que ya es demasiado, quisiera ser capaz de explicárselo pero ni siquiera él lo entiende del todo bien aún.

Entonces cuando ya no puede más con esto se obliga a estar lo más lejos que puede de él, pasa el receso en la seguridad de la biblioteca, donde Chanyeol jamás lo va a encontrar, buscando respuestas a tan extraña aflicción que lo aqueja, en la enciclopedia, en el diccionario, y en internet, pero "el síndrome de las rosas" parece ser sólo una enfermedad que le da a las flores y Baekhyun está muy lejos de ser una a pesar de ser en extremo delicado y sensible desde que nació. Entonces un día después de clases decide preguntarle a mamá, quien con premura posa una mano tierna y suave sobre su frente, sonríe y niega con la cabeza "mi amor, tú no tienes fiebre y nunca has tenido alergia a las rosas". Y el mundo de Baekhyun se va abajo, porque si no es a las rosas ¿a qué es?

Baekhyun ya no lo sabe.

Se despierta con desgano el día siguiente para ir al colegio e ignora a Chanyeol como nunca antes imaginó hacerlo, decide que la distancia es la mejor opción mientras su corazón parece partirse en miles de pequeños pedazos, y duele infinitamente, pero piensa que así son algunos tratamientos: desagrada realizarlos en un principio pero al fin y al cabo te curan después de un tiempo. Entonces así pasan un día, y dos, y tres, y cuatro y pronto es una semana, y luego dos meses y más en que los síntomas parecen disminuirse. Entonces Baekhyun lo confirma: son las rosas; cuando la temporada acabe todo será mejor para ellos.

Y la temporada de verano termina, y pasa el otoño, llega el invierno y las vacaciones con él. Y Baekhyun decide que ya está listo.

Camina por la acera que se empapa de agua de pronto en su trayecto y corre porque apenas ha salido vistiendo una campera. Golpea la puerta de la casa de Chanyeol como si fuera a tirarla porque se está mojando y porque muere de ansiedad por saber si él volverá a quererlo nuevamente pero nadie abre, sus esperanzas se desvanecen de a poco hasta que descubre que el pequeño portón que da al patio está abierto, se asoma y ahí está. Su figura alta y delgada cubierta por un largo abrigo, viste aquella bufanda naranja que él mismo le regaló hace dos navidades, y se protege bajo un gran paraguas que hace juego, se voltea y lo observa con aquellos enormes ojos llenos de sorpresa que tanto extrañaba y entonces el corazón de Baekhyun trona de pronto en su pecho como si fuera a explotar, sus ojos pican como previniendo el llanto y siente aquel calor desesperante de nuevo sobre sus mejillas. Avanza el par de metros que los separan aún con los latidos repiqueteando en sus oídos como cuando tiene fiebre altísima y antes de poder permitirle decir nada lo besa. Lo besa simplemente, como si de repente ya no importara el caer ahí desmayado. Lo besa en la boca, se alza en la punta de los pies y afirma sus pequeñas manos en las solapas de la chaqueta para no caer mientras cierra los ojos. Y sus labios son suaves como lamer el caramelo tibio de una cuchara y saben a té de jazmín, a muchos días de espera y a un te extrañé demasiado (no imaginas cuanto) y a nada parecido a los medicamentos que tomó para intentar curarse. Entonces está seguro: Es Chanyeol. No son las rosas ni las enfermedades de verano ni las de primavera. Es el amor. Y sus síntomas no están especificados en ninguna enciclopedia.

"Espero que ya te sientas mejor" susurra Chanyeol cuando se separan apenas un poco, sonriéndole con un brillo que puede iluminar todo incluso en este día gris de invierno y Baekhyun descubre que ésta es la única alergia que le hace feliz contraer.

El Síndrome de las Rosas (ChanBaek).Where stories live. Discover now