Volver...

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Todo está mal de nuevo y no tiene que ver el hecho de que ya no estés aquí.
Me gusta sentarme a contemplar la tarde, justamente a las 6:00 pm ni una hora más ni una menos, me gusta callar y mirar recorrer las nubes tan lento y tan tranquilas, el viento frío recorre mi cara haciendo que un escalofrío recorra mi espalda.
Estoy unidad, estoy destrozada, estoy cansada; quiero correr lejos y olvidarme de ti, de todos.
Dejar de pensar en lo que estoy haciendo, empezar a disfrutar la etapa que se supone es la mejor de mi vida.
Fumare un cigarro, inhalando el humo sintiendo como quema mi garganta y me mata lentamente aunque es algo irónico por que ya no puedo estar más muerta.
Algunos moretones en mis piernas, mis rodillas raspada y con algo de sangre, vaya que es difícil estar sola.

Mi celular suena y una vez más no es un mensaje tuyo, es de las personas que no quiero escuchar, no quiero pensar en ellas, simplemente no quiero pensar en nadie.

¡Mierda! Necesito algo que me haga salir de este lugar donde yo sola entre, ahora me perdí y me desespero en no saber como salir.

Está noche volveré a salir con ellos, con mis "amigos" volveré a tomar hasta perder el conocimiento hasta que ya no exista sangre en mis venas sólo alcohol.
Creo que está noche tendrás unas cuantas llamadas mías, diciendo que eres un "hijo de puta arrogante" diciendo que te odio pero al mismo tiempo que te amo. Llorando como una niña pequeña no ha roto su juguete favorito, no quiero decir que seas un juguete.

Es algo tarde, no soy consciente de mis actos, el alcohol me ha convertido en una persona que no soy.
Voy vagando por calles desoladas, de la mano de alguien que no logró reconocer por la falta de luz, no se hacía donde vamos, trato de resistirme, pero es inútil me arrastra sin esfuerzo alguno, las palabras no logran salir de mi boca, quiero gritar, quiero saber hacia donde voy, quiero saber quien es el.

Es de día, lo sé por que la luz me da directo en los ojos haciendo que despierte.
La falta de ropa me hace ver algunas marcas en mi abdomen y vientre, un dolor agudo se apodera de mi zona baja.
El cuarto es blanco, sólo lo adorna un espejo y una puerta.
Estoy recostada en el piso con una sabana blanca cubriendo mi desnudez, el miedo se apodera de mi quiero recordar que paso ayer, quiero saber donde estoy.
No puedo levantarme, mis piernas no responden y eso me aterran una vez más.
Escucho voces acercándose, abriendo la pequeña puerta de roble situada al lado derecho del espejo.

Mi vida cambió, para bien o para mal, ahora ya no se donde estoy, no los volveré a ver jamás... ya no pueden hacerme daño, ahora están muy lejos de mi.

Camino buscando miradas familiares, alguien que me diga quien soy y adonde tengo que ir.
Doy pena, no recuerdo mi nombre, mi edad o siquiera donde vivo.
Tengo frío y la lluvia no ayuda mucho, mi piel mojada, mis labios azules por el frío y un vacío en mi estómago por la falta de comida, no se cuanto tiempo ha pasado, no se cuanto aguantare, mi cuerpo está débil. Escucho una voz diciendo un nombre que me resulta familiar, no recuerdo donde lo he escuchado.

No puedo parar, las lágrimas no se detienen los recuerdos regresan como balazos que incrustan uno a uno tan profundos y dolorosos.

A pesar de todo el dolor una noticia buena llego, ahora estás en mi vientre pequeño, ahora eres una parte de mi, no dejaré que esto te afecte, no me verás caer.
Un vago recuerdo, una herida pequeña ahora todo es pasado ya dejo de doler. Tus manitas acarician mi rostro, y una sonrisa se apodera de el, eres tan pequeño, tan frágil que no quiero que nadie te toque, eres mi vida entera desde estos momentos mi amor.
Ahora me das un motivo más para seguir viviendo, te lograre sacar adelante, haré que te sientas orgulloso de mi, eso lo prometo...

Siempre tuya.
Tu autora favorita.

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