Pixeles

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Mi nombre es Marina, soy un ser de 21 años, realmente no se si puedo seguir siendo considerada una humana después de perder muchas de las cualidades que estos tienen.

Mi cuerpo se descompone en miles de pixeles, mi vida parece ser infinita y mi mente aún no termina de asimilar lo sucedido.

Vivo prácticamente en cualquier lugar, gracias a la extraña habilidad que adquirí luego de haber pasado 3 años en coma por haber recibido un gran impacto eléctrico, esto me permite viajar por medio de la electricidad y la luz

¿Familia? No creo haber tenido algo como eso alguna vez.
Realmente no recuerdo mucho sobre el accidente o mi vida antes de el, pero por más que trató indagar sobre ello sólo me provocó daño a mi misma.

Sigo mi vida sin ningún rumbo destinado, sin ninguna meta que alcanzar, sin sueños, esperanzas o ilusiones. ¿Qué soy yo y por qué sigo aquí?

Cada vez que intento acabar con mi vida, mi cuerpo se regenera rápidamente sin dolor alguno. Mi cuerpo nunca pide alimento o descanso, mi pulso es imperceptible y mi piel siempre está fría.

Durante mi estadía en el hospital fui revisada por muchos doctores de los países más desarrollados del mundo, sin embargo ninguno de ellos supo definir qué sucedía conmigo. Solamente dejé que me trataran como una rata de laboratorio por si en alguno de sus estúpidos experimentos lograban matarme. Al pasar de unos meses todo seguía igual, no encontraban nada, no podía volver a la normalidad o simplemente desaparecer, así que un día escapé de ahí sin dejar rastro y hasta la fecha estoy siendo perseguida por todos esos científicos dementes.

¿Como pasé de estar viviendo una vida común a ser un formato casi inanimado? Puedo conocer todo el mundo trasladandome por las vías comunicativas pero de que sirve, si siento que algo me hace falta. Ya ni recuerdo cuántas veces que caminado por las calles de las ciudades más famosas del mundo estando en total soledad, se que las personas me pueden ver y a la vez no, es como si no existiera.

Recuerdo que una vez en mis repentinas escapadas llegué hasta París, era un día soleado conjunto con una briza tenue, era algo tranquilizador para mi. En frente de un café muy tradicional vi a un chico muy peculiar que como cualquier visitante estaba tomando fotos. Pero se le notaba la pasión ante la acción que estaba haciendo. Sus mejillas se tornaban teñidas de un leve carmesí al ver cada una de las fotos recién tomadas, su rostro era el que ponía alguien cuando estaba pensando o hablando con su persona especial.

Él comenzó a alejarse así que decidí seguirlo dejando un muy leve rastro de mis píxeles, así estuve todo el día, siguiendolo sigilosamente por todos lados. Hasta que observé que él se sentó en una banca cerca de un lago.

Estaba ante una gran pelea mental, ¿Me acerco a hablarle? No sabía que hacer así que tomando iniciativa me acerqué lentamente hacia él pero torpemente me tropecé con mi propios pies provocando que cayera haciendo un escandalo, pero antes de que él volteara hacia el lugar donde provenía el ruido, desaparecí.

Me sentía una completa estúpida, nunca antes había tenido interés por conocer a otra persona, quería conocer sobre él, quería saber su nombre. Un pequeño cosquilleo se hizo presente en mi estómago, estaba comenzando a emocionarme luego de mucho tiempo sin ninguna emoción.

Aparecí nuevamente detrás de la banca y me senté sigilosamente a su lado, me quedé mirándolo unos segundos. Su mirada completamente enfocada en su celular, dejándome ver con tranquilidad su atractivo perfil. Él aún no notaba mi presencia así que decidí llamar su atención, cuando mi mano se acercó a la de él en la banca del parque un pequeño rayo se hizo entre nuestros dedos que nos hizo saltar al mismo tiempo. En ese momento todo mi cuerpo fue llenado por una sensación indescriptible y la sensación en mi mano era agradable entonces levanté la mirada y vi esos hermosos ojos café que me cautivaron, aunque él parecía anonadado y desorientado, empecé a reír como nunca lo había hecho y al parecer se la contagie y después de unos segundos tomé valor y me presenté
-Hola soy Marina
-Hola soy Roberto es un gusto
-igualmente
Levanté mi mano para estrecharla con la de el y de nuevo una pequeña chispa salto entre nuestros dedos lo cual nos hizo asustarnos de nuevo.

Roberto- al parecer tenemos mucha conexión "dijo entre risas"

Ina- ya lo creo, "al fin ya dándole la mano disiento entre risas"

Roberto-y vienes sola o con tu familia "sin soltar sus manos aún.

Ina- eh venido sola de turista siempre quise conocer París

Roberto-en ese caso que te parece si te invito a un café

Ina-claro me encantaría "en mis adentros gritaba de la emocion"

Nos levantamos y nos dirigimos hacia el café que está a un par de cuadras del lago donde estabamos, estaba muy nervisa 1 tenía mucho tiempo de no comer ni tomar nada ya que mi cuerpo no lo necesita y 2 estaba caminando junto a la persona que me hizo sentir algo dentro de mí en mucho tiempo el cosquilleo no paraba nunca no hablamos hasta que llegamos al café el pidió uno para el y otro para mí y nos sentamos en una mesa afuera del local

Roberto-entonces a que te dedicas?

Ina-"soy una mujer que descompone su cuerpo en millones de partículas sin una vida" recién me graduó de la universidad y tú a qué te dedicas?

Roberto- Yo soy un fotógrafo profesional en teoría me dedico a fotografiar cosas hermosas...Cómo tu "dijo sonrojándose"

Ina-gracias "me sonroje demasiado"

Roberto-te importa si te tomo una fotografía?

Ina-claro que no adelante

Roberto-gracias "se levantó de su silla encendio la cámara y vi como sus ojos cafés empezaban a brillar"

Apuntó su cámara hacia mi y sonrió tiernamente. El flash de la cámara me cegó un instante y cuando abrí los ojos miré como todo mi cuerpo se convertía en pixeles y estos se dirigían hacia dentro de la cámara, al fin era libre...

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⏰ Última actualización: Oct 02, 2017 ⏰

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