veinte;

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Jimin movía con nerviosismo sus manos mientras esperaba. Llevaba alrededor de doce minutos en la habitación de Hoseok y Haru no había aparecido.

Al llegar había corrido a una pareja que estaba en plena acción. Necesitaba un lugar tranquilo para hablar con la castaña, el ruido de la música definitivamente iba a volverlo loco.

¿Dónde estaba? ¿Por que no llegaba? ¿Había leído el mensaje ya? ¿Y si simplemente decidió ignorarlo?

No.

Ella no haría eso.

Jimin la conocía, la conocía tan bien.

Sabía todo de ella, desde el más grande de sus miedos hasta la más quisquillosa exigencia alimenticia.

Sabía que lo amaba desde hace varios años.

Y no podría dejar de amarlo tan fácilmente.

El necesitaba recibir ese amor.

Ese amor le daba fuerza y lo sostenía.

El sonido de la puerta siendo abierta lo sobresaltó.

Sonrió, dispuesto a darle una cálida bienvenida a la castaña, tenía que hablar con ella y--

—¿Yoongi? ¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó con sequedad. Las imágenes de sus manos alrededor de la cintura de Haru se reproducían sin cansancio en su mente.

Estaba celoso.

El debió de haber sido el primer beso de la chica, no Yoongi.

—Evitando que la lastimes más de lo que ya lo has hecho.

—Maldición, Yoon--

—Basta, Park.—lo cortó. Iba a darle una oportunidad. Una sola oportunidad de cambiar.— Miéntele a los demás, miéntete a ti mismo, pero no puedes engañarme a mí.

—¿De qué estás hablando?

Suspiró y apretó el hombro del rubio tranquilamente:—Estás enamorado de ella, ¿no?

Jimin fingió una carcajada y esbozó una sonrisa de superioridad:—¿De ella? ¿Estás jugando?

—¡Carajo, Jimin! ¡Detente! Veo como la miras cuando piensas que nadie te está viendo. Secretamente sacas las cartas de odio de su casillero y las tiras a la basura. Eres un enigma, ¿Crees que no sé que la molestas sólo para mantenerte en la popularidad? ¿Crees que no escucho por los pasillos como todos hablan del gran Park Jimin, el chico con el que no debes meterte si no quieres que te vaya como a Jung Haru? ¿Eso quieres? ¿Utilizar a la chica que te ama y aprovecharte de sus sentimientos hacia ti solo para ser alguien? ¿Por qué lo haces? ¿Cómo puedes estar tan obsesionado con ser popular? ¿No piensas en cómo debe de sentirse ella? ¡Eres un verdadero imbécil y aún así te atreves a celarla!

—N-no...— era imposible. Jimin no la amaba. Solo necesitaba su ayuda.

Los amigos se ayudan.

—¡La estás usando como una escalera hacia la--!

—¡Yo solo quería no pasar por el mismo infierno otra vez!—gritó el rubio. Pequeñas gotas de sudor caían por su frente debido a la desesperación. ¿Estaba justificado, no es así?

Él no quería volver a ser el hazmerreír de la escuela.

No podía permitirlo.

Y Haru...

Ella se había ofrecido...

En el hospital, cuando él estaba internado, después de confesarle su amor ella le aseguró que podía contar con ella para evitar que volvieran a meterse con él.

Eso era exactamente lo que estaba haciendo.

—¿Y querías que fuera ella quien lo viviera?

Jimin estaba tan cegado por el temor de volver a sufrir, que no se había dado cuenta de lo mucho que había destrozado a su mejor amiga.

Había llegado tan lejos. Y aunque quisiera ... ya no podría detenerse.

Hey, Jimin// pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora