Si no hubiera ido a aquel bar gay justo ese fin de semana, a esa hora y obligada por mi compañero de piso posiblemente no tendría historia que contaros, es curioso como una decisión que no querías tomar acaba cambiándote la vida.

No quería salir a beber a ese lugar por que ella estaría ahí. No devolvía mis llamadas, decía que era especial para ella pero no lo demostraba, siempre buscaba mis labios pretendiendo ser mi dueña sin ataduras para luego buscar a otra y hacerle las mismas promesas que a mi me hizo. Sin embargo no podía olvidarla aunque quisiera, me atraía como si fuera un imán, quería evitarla y ni mi mente ni el destino me dejaban.

Yo era suya pero ella no era mía.

-Joder Louis te dije que no quería venir aquí.- Pasé la mano por mi pelo como siempre que estaba nerviosa o incomoda.

-Es el único bar gay en kilómetros Lauren, en los otros no puedo ligar con alguno y si lo intento igual me parten la nariz cómo la última vez. - Decía mientras me llevaba del brazo casi arrastrandome hacia la barra donde se encontraba el motivo por el cual quería salir corriendo de aquel lugar. -A demás mira, ahí está tu chica, ve con ella, mientras yo le tiro la caña a su amigo buenorro de pelo rizado. -Esta vez quería ser yo quien le partiera la nariz.

Cuanto más me acercaba a la latina mi ansiedad crecía.

-No no no no, Louis va en serio juro que quemaré tu disco firmado por Adele.-El no paraba de estirar de mi brazo porque sabía que si lo hacía, él me echaría de su casa en la que yo solo vivía pagando un pequeño alquiler y tal como estaban las cosas no encontraría otro lugar donde dormir tan cerca de la Universidad.

Finalmente nos acercamos hasta que ella y su amigo que se percataron de nuestra presencia, por desgracia. Como no, sus ojos me desnudaron en tan solo cinco segundos haciendome sentir tan vulnerable y manipulable en su presencia como siempre.

-Hola guapa, ¿como tu por aquí?- Me dijo al oído porque la música estaba demasiado alta luego besó la comisura de mi labio y creía que todo el local podía oír mi corazón latir, tragué saliva y traté parecer normal o al menos fingir que no me afectaba esta persona que tenía delante.

Mientras pensaba que contestar busqué la ayuda de Louis pero estaba comiéndole la boca a ese tal Barry... O Larry... No recordaba en ese momento su nombre, tampoco me importaba, solo quería que la tierra me tragase y conmigo a ese enano marica, le quiero pero en momentos como ese lo ahorcaría.

-Vine con Lou a pasar el rato... Pero parece ocupado. -Reí nerviosamente provocando otra risa en ella, no sabía si por lo cómico de la situación o porque me volvía a tener donde ella quería.

-No pasa nada ojos verdes, no estas sola yo estoy aquí contigo y podemos pasarlo tan bien como esos dos o incluso más. - Dijo en español acariciando mi mejilla con dulzura, después metió un mechón de pelo tras mi oreja, clavando su mirada en mi, la cual trataba de evitar, alejándome unos pasos hasta topar contra una pared. -Y luego podríamos continuar en mi piso, no sabes cuanto te he echado de menos. -Siguió susurrando en mi oído consiguiendo erizar los pelos de mi nuca.

-L-Lucy... -Era débil cuando se trataba de la chica que tenía delante. No tenia escapatoria, ella era un depredador y yo el cordero a punto de ser devorado pero entonces...

-¡Estabas aquí! Te estaba buscado.- Me dijo una chica que nunca había visto antes pero que era preciosa, llevaba un vestido blanco corto que combinaba con su piel bronceada, debía ser latina también por sus rasgos. Parece que tengo un imán para atraerlas.

-Está conmigo, piérdete.- Dijo Lucy mirándola con desprecio y acercándome a ella con un brazo como si fuera un objeto de su propiedad, lo cual ya me enfadó porque todo tiene sus límites. Deshice el agarre de la latina para escuchar a la otra latina seguir hablando.

Y de repente tú (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora