Una punzada de terror, y tu cuerpo cambia de repente. Tus pupilas se dilatan, la boca se seca y tus músculos se tensan, listos para que puedas salir huyendo. Pero el miedo a veces corre más que tú y es capaz de perseguirte hasta el fin del mundo.
No importa cuándo, pero te estará esperando. Agazapado en la oscuridad, bajo tu cama o un armario, listo para volver a asustarte.
1*
Mientras lo arropaba y le daba buenas noches, mi hijo me dijo suplicando, “Papi, mira bajo la cama por si hay monstruos”.Decidí complacerlo, pero bajo la cama solo encontré a mi hijo que temblando me susurraba, “Papi, hay algo en mi cama”.
2*
Lo último que vi fue mi reloj marcando las 12:07 de la madrugada, mientras algo me apuñalaba con sus largas uñas podridas, y utilizaba su otra mano para acallar mis gritos.
Me desperté de golpe, aliviado al comprobar que todo era un sueño. El reloj marcaba las 12:06, cuando la puerta de mi armario comenzó a abrirse.3*
No concilié el sueño facilmente, los retratos de aquella habitación de hotel parecían mirarme muy fijamente.Cuando desperté al día siguiente vi con horror, que la habitación no tenía cuadros, solo ventanas.