Capitulo 10

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Ya habían pasado unos días de que Yoongi siguiera visitando a Jimin, y jamás se cansaba de verlo. Jamás lo haría.
Cada día se enamoraba más de Jimin con solo sentir el tacto de su mano al poder entrar a su cuarto de hospital.
Él sabía que lo quería, al tocarlo, le causaban choques, unos choques que solo él reconocería, unos que solo sentía con su Jiminie. choques de amor.

Ese era uno de esos días en los que Yoongi estaba con Jimin por que su madre trabajaba hasta tarde, y así era. Se encontraba al lado de su camilla escuchando música junto a él.

Su mamá en ese momento estaba adentrandose al hospital sin Yoongi saberlo.

Fue a la habitación de Yoongi como hace regularmente. No lo encontró allí.
De seguro se encuentra en otra parte- pensó ella.

Lo buscó por la cafetería y por los baños publicos, preguntó por él a doctores y enfermeras y nadie supo donde se encontraba.

Supuso el único otro lugar en el que podría encontrarse su hijo.

Se encaminó lentamente hacia la habitación y cuando estuvo frente a ella, sostuvo la manija con cuidado.
Abrió la puerta un poco y se asomó a travez de ella para ver adentro.

Lo primero y único que vió fue a su hijo al lado de la camilla de su amigo Jimin, mientras soltaba unas lagrimas y le besaba dulcemente la mano.

Ella ya había empezado a sospechar de eso. Notaba cuando Yoongi se preocupaba por Jimin pero lo ocultaba. Ella lo notaba todo y él no se daba cuenta.

Cerró la puerta y se marchó del hospital. Tuvo que meditar un largo tiempo.
Sabía que Yoongi amaba a Jimin, se le notaba; Yoongi no era de las personas que tenía la cadera mala, y se iba sin ayuda en una silla de ruedas a ver a otro por que sí.

Este era un caso especial.

•••

Me encontraba en un campo sin fin, rodeado de flores de todos los colores existentes. Se sentía la brisa pasar por mi cabello y rostro con cuidado. Y se veían los tonos rojo, azulados y naranjas en el cielo.
El lugar era un paraíso.

Me encontraba en él desde hace más de una semana, sin saber el por qué.
Había momentos en los que escuchaba la voz de Yoongi resonar en mi cabeza.
Escuchaba las dulces canciones que me ponía, y su delicada voz cantandome y pidiendo a suplicas que regresara. Pero... ¿Regresar de donde?
Me sentaba en el césped y me apoyaba en el gran árbol que se encontraba allí, en medio de toda esa maravillosa soledad.
Y siempre me decía que era el mismo árbol de Yoongi.

Podía escuchar claramente el llanto de Yoongi al rededor mío, y mi corazón se sentía mal por que él estuviera así, pero algo no me permitía soltar las lagrimas que necesitaba sacar de mi.

Siempre me pregunté que hacía yo ahí, pero jamás intenté nada malo ni supe por que, siempre me acoplé al lugar.

Tuve ganas de llorar, pero mi estado no me lo permitía.

•••

Finalmente la madre de Yoongi había aprendido a llevarse con los gustos de su hijo, no pensaba perderlo de ninguna manera.

Aveces lo veía en la habitación de Jimin y se reía pensando que rondaría en la cabeza de su pequeño en ese momento.

•••

Luego de unos días Yoongi se sintió solo, la madre no lo había ido a visitar, y no tenía nada para hacer, ni libros para leer.

Se montó en su silla de ruedas y se dirigió a donde Jimin.

Al llegar se hizo a su lado y lo saludó con un beso en su mano.
Lo observó completamente, se veía desganado, palido.
Le observó el rostro.
Sus ojos cerrados y sus pestañas descansando en sus mejillas.
Su nariz estatica y su cabello organizado y brillante. Paró en sus labios, los observó, esos labios suaves y apetecibles que jamás le habían dejado de gustar.

Se montó con dificultad en la camilla y se acostó a su lado mientras seguía observandolo.
Empezó a cantar una suave melodía que hace poco había escrito para él.
Le pasó el dedo índice por la cara y por el cabello.
No se dió cuenta cuando las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos, pero ya se sentía lo bastante inchado como para saber que llevaba rato en esas.

Cayó en la cuenta de que desde el accidente no lo había besado, por eso sus besos le hacían tanta falta. Se acercó lentamente hacia su palida cara, que todavía conservaba sus labios colorados, y posó los suyos y los juntó en un beso lleno de tristeza por parte del cosciente.

Sin que Yoongi lo supiera; Jimin en el paraíso en el que se encontraba, sintió aquel beso de tal modo que las lagrimas que no habían podido salir antes, comenzaron a brotar como una abalancha de sentimientos guardados en su interior.
Jimin gritaba de dolor y sollozaba de liberación al poder soltar esas lagrimas que llevaban en él tanto tiempo.

En ese justo momento, en el que Yoongi se encontraba besando a Jimin sobre su camilla; entró una enfermera para revisar que todo estuviera bien allí.

-¡¿Qué es esto?!-Grita ella al ver a Yoongi.

Este se separa rapidamente de Jimin y piensa en qué hacer después de eso.

-¿Yo-Yoongi?- Dice una voz que hace voltear al nombrado mientras aluscina.

-¡Jimin!- grita Yoongi y lo rodea con sus brazos para romper en llanto sobre su hombro.- Mi amor..

No pasa mucho tiempo después de que una enfermera lo ha jalado a su camilla y se lo ha llevado a su habitación.

-¿Qué le harán?- dice aún llorando.

-le harán exámenes ya que pudo despertar al fin.

Se va la enfermera.

Yoongi maldice y agradece en su interior.

Acaba de despertar su amor, y no le dan tiempo para recibirlo con esos besos que esperaba tanto.











Friendships (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora