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Narra Laia
Ayer quedé con Daniel para ayudarle con matemáticas pero estaba demasiado confusa y verle no me ayudaría en absoluto . He decidido compensar lo de ayer yendo hoy a ayudarle con el temario de matemáticas .

Le he llamado varias veces y no me contesta , supongo que se habrá enfadado y lo entiendo , por muy mal que nos llevemos me comprometí en ayudarle y le he fallado . Decido llamar a Jesus ... pero nada . No contesta ninguno . Creo que lo mejor será ir a su casa y arreglarlo cara a cara . Me visto con mallas y sudadera y cojo los libros por si a caso .

Me dirijo a su casa y pico a la puerta , me abre su madre , Eva ; una mujer encantadora y muy educada . Me saluda cordialmente y me cede el paso , me dice brevemente que Daniel está arriba y Jesus se ha tenido que ir a hacer un trabajo con un amigo , también me dice que tiene mucha prisa y que siente no poder hablar más conmigo , dicho esto abandona la casa apresurada .

Yo miro fijamente las largas escaleras que conducen a la segunda planta y por un momento me planteo si es buena idea seguir adelante . No lo pienso más y voy subiendo lentamente los escalones hasta llegar arriba . Me posicionó delante de la puerta de los gemelos y respiro hondo y me convenzo a mí misma que no pasara nada .

Abro la puerta de repente y veo la situación en la que estoy presente y me arrepiento de no haber tocado la puerta previamente . Mis ojos se cristalizan mientras veo cómo Daniel y Nora se besan apasionadamente , mientras que Nora le agarra de la nuca y se posiciona a horcajadas encima de Daniel .

- Dios , lo siento mucho - digo bajando la cabeza y limpiándome la lágrima que amenazaba con caer . - Venía a recuperar la clase de mates que no te di ayer , pero veo que os pillo en mal momento , lo siento -
Digo cerrando la puerta lentamente

- Laia ! - oigo la voz masculina del chico que jamás podré tener

- Dime - digo insegura , ya que no sé cómo se tomará esto

- Mañana a la misma hora ? - dice con ¿ pena ? En sus ojos

- Mañana a la misma hora - afirmo yo mientras dirijo un segundo la mirada a mi amiga y siento cómo su mirada lo único que transmite es odio , mucho odio y eso me preocupa .

- Nora , lo siento mucho . Eva me dijo que Daniel estaba solo - digo nerviosa - Lo siento de verdad - pido perdón nuevamente

- ¿ Ahora Eva tiene la culpa de que tú seas una maleducada que no toca la puerta antes de entrar a una habitación ajena ? - dice levantándose furiosa y colocándose bien la ropa arrugada .

- ¿ Que ? Para nada solo es que ... - digo pero me interrumpe

- Adiós Laia - dice con maldad

- Adiós - digo mientras la miro incrédula por su comportamiento , nunca antes se había comportado así conmigo .Cierro lentamente mientras mi última mirada se cruza con los ojos color café del chico que me vuelve loca , de ese que revoluciona mi interior , de ese chico del cual estoy completamente enamorada . Cuando miro a Daniel es como si estuviera a ese amor platónico que todas tenemos y que es inalcanzable , veo al chico que odié pero ahora me tiene loca , veo al chico de mis sueños , veo a la persona con la que quiero compartir el resto de vida . Suena absurdo pero cuando el corazón se enamora no hay pensamiento que lo cambie .

Cuando salgo de su casa recuerdo el momento de Nora y Daniel , y las lágrimas sin previo aviso , comienzan a deslizarse por mí cara ahora empapada . Nunca antes había querido ser otra persona , pero ojalá hubiera sido Nora , ojalá el me quisiera la mitad que lo hago yo ,ojalá el estuviera enamorado de mi .

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