Capítulo 1.

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Hectáreas y hectáreas de terreno, dos edificios inmensos, un gimnasio, un laboratorio y una biblioteca de casi el mismo tamaño. Lo primero que ves al entrar, son los barrotes de metal que protegen un inmenso jardín; lleno de rosas, girasoles, tulipanes y restos de polvo mágico. 

Un edificio de aspecto gótico, totalmente oscuro y con ladrillos con un negro mate. Algunas habitaciones tenían balcón, y lo único que era diferente a lo demás, era el color del cristal de las ventanas. 

Otro edificio exactamente igual que el anterior, a diferencia del color; que era gris. Según el folleto que me dio mi padre, tienen colores diferentes únicamente para que los de primer año no los confundan. 

El gimnasio era blanco, un blanco que te hacía sentir limpio, puro. Y en sus paredes se reflejaban ciertos brillos que parecían escarcha plateada, sus puertas eran de madera y el techo era tan transparente que dejaba que los rayos del sol iluminaran su interior y lo llenara de calor. 

El laboratorio era de color amarillo, en vez de ladrillos la pared era lisa, y tenía girando a su alrededor distintas hojas verdes, cafés. Era como un otoño andante, supuse que era algún hechizo de las hadas. 

En el folleto decía que la biblioteca está abierta únicamente para quienes se ganen el privilegio de entrar, pero, me pregunto donde estará... 

Me adentré al jardín y me dirigí al edificio gris, para que me dieran mi habitación y mi horario de clases. 

-Buenos Días.- me saludó una secretaria centauro.- ¿Qué se te ofrece?- dijo mientras con una mano bajaba sus gafas rojas de abuelita a la punta de su nariz y me examinaba de arriba a bajo. 

-Hola.- Saludé.- Me llamo Emma, soy de nuevo ingreso. 

-Bueno, lo supuse por tu palidez.- dijo mientras se volvía a acomodar sus gafas de nuevo y tecleando en la computadora que tenía enfrente. 

Soy vampira, no mame señora. 

Hice una línea recta con mis labios y me dediqué a asentir con la cabeza. 

-Si hablas la cagas, si hablas la cagas...- Repetí dentro de mí. 

-Aquí esta tu horario y tus llaves, el ascensor no sirve así que tienes que subir por las escaleras, no permitimos que uses tus poderes, únicamente en vigilancia o con el permiso de algún profesor.- me miró fijamente. 

SI HABLAS LA CAGAS, SI HABLAS LA CAGAS.

-Gracias.- dije secamente mientras le sonreía y tomaba los papeles y el sobre con las llaves mágicas que dejó en la mesa.

-Y una cosa más...- dijo cuando notó que estaba dando la vuelta para irme.- Llegaste muy tarde, así que no puedes comer, el horario de la cena terminó hace 20 minutos.- 

-Puta...- Susurré. 

- ¿Qué dijiste?- exclamó con los ojos bien abiertos y dando un pequeño brinco en su silla. 

YA LA CAGASTE EMMA, NUNCA HACES NADA BIEN. 

-La que te parió...-dije nerviosa.- ¡EH PERDÓN! - exclamé.

Y corrí. 

Corrí y corrí para salir de ahí. 

Pero cuando iba a la mitad del camino me devolví porque dejé el sobre con las llaves. 

Y corrí de nuevo. 

Fue "trambóliko".

Corrí toda la distancia entre ese edificio y el gimnasio.  Pero como aún no controlo bien mis poderes, me desmadré la nariz en la pared blanca. 

Y me fuí a la puta. 

Me levanté, recé para que mi nariz no estuviera rota, o al menos alguna otra extremidad de mi cuerpo, me limpié el pantalón y comencé a respirar despacio para relajarme. 

-Ten más cuidado la próxima vez.- dijo una voz a mi izquierda. 

Volví mi cabeza hacia esa dirección y vi a ¿Un humano? 

-Me llamo Erick, debes ser de nuevo ingreso.- 

-Hum, si, me llamo Emma.- dije haciéndole un saludo militar y con la voz un poco agitada por todo lo que tuve que correr. 

-Mucho gusto, estoy en segundo año, te vi correr como maníaca y soy un tritón.- me dijo con orgullo. 

Genial, un pescado. 

-Bueno, yo soy vampira.- dije terminando de revisar mi ropa y haciendo una sonrisa torcida. 

-Ya que te quedaste sin nariz y te veo un poco desorientada, ¿Por qué no me enseñas los papeles y te llevo a tu habitación?- me preguntó alzando una ceja- dudo mucho que conozcas por aquí. 

Mami, ya me violaron. 

Bueno, no conozco este lugar, y si le digo que "no", voy a terminar durmiendo en el jardín, así que...

-Claro, toma.- le dije mientras le extendía las hojas. 

-Vaya, te tocó en el edificio A, vamos.- exclamó, mientras me hacía un ademán con la mano de que lo siguiera y se daba media vuelta. 
Corrí para alcanzarlo, aunque no tenga piernas caminaba rápido.
Aunque... ¿Por qué tiene un pantalón?

-Cuéntame un poco de aquí.- le dije mientras caminábamos. 

-No hay mucho que decir...- dijo haciendo una pausa.- Cada especie desarrolla distintos poderes, y por ende, distintos intercambios.- 

-¿Intercambios?- dije impresionada- pensé que sólo las hadas eran capaces de imitar todos los poderes. 

-Bueno, como dije, depende de cada especie, jamás he socializado con algún vampiro, así que no se como funciona en ustedes.- 

-Wow, es impresionante, ¿Puedo hacer que algo frío se vuelva caliente?, ¿O poder tener los poderes sanadores de las hadas?- pregunté maravillada. 

Él sólo me dedicó una pequeña risa, mostrando los lindos hoyuelos que tenía en sus mejillas morenas. 

-Ahí te estarás dando cuenta.- dijo mirándome. -Está es la habitación.- señaló la puerta. 

  -¿En que momento entramos al edificio?- pensé. 

-Esta es tu habitación y esta es la mía.-dijo señalando la puerta de enfrente. 

-Que casualidad...- Susurré. 

-O destino.- respondió susurrando. -Buenas Noches Emma, fue un placer conocerte.- dijo después de un rato cortando el silencio incómodo.

-Buenas Noches Erick, igual.- respondí y abrí mi habitación. 

Me pregunto que será de mí este año. 

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Hola de nuevooo <3 , ¿Cómo han estado? 

   ¿Les gustó?

El próximo capítulo vendrá el 17 de marzo :)

No olviden comentar y dejar estrellita, lo apreciaré mucho >.<

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2017 ⏰

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