Los 365 días mas locos de nuestras vidas.

Prologo.

- ¡Joder!, este dolor de cabeza me esta matando.- Se quejo Viviana llevándose la mano a la cabeza, intentado aliviar el dolor.- ¡Démian!- Hablo a la nada.- Se bueno y tráeme algo para este dolor.- Siguió hablando aun sin abrir los ojos.

A falta de una respuesta esta decidió finalmente abrir los ojos. Pero para su sorpresa lo que su campo de visión le permitía reconocer era absolutamente nada, así es, ella no sabia en donde coño estaba. La chica asustada se levanto de un golpe y miro a su alrededor para hacerse una idea de donde podía estar. Al parecer se encontraba en un patio desconocido, el cual estaba repleto de vasos rojos para fiesta. De a poco las memorias volvían fugazmente a su cabeza.

     ¡Bebe! ¡Bebe! ¡Bebe! ¡Bebe!

    ¡Vamos Démian!, por favor, será divertido. Dime que nunca has querido ir a la fiesta de un completo desconocido como colados.

-¡Démian toma todo el vaso, no seas maricon!-Hablo Viviana.

-Pff ya es tarde amiga, tu sabes que me gusta la salchicha.

- ¿Mierda, donde esta Démian?- Pensó la chica.

Viviana miro a su lado y logro encontrar un cuerpo cubierto con una chaqueta. Rápidamente quito esta del cuerpo de la persona, pero para su sorpresa no era mas que un chico desconocido. La rubia comenzaba a preocuparse por la salud y virginidad de su pobre amigo, así que corrió casa adentro y entre toda la gente que dormía en distintos lugares dentro de la casa, logro divisar aquel inolvidable tupe de color castaño claro al final de pasillo. Corrió hasta el final del pasillo y su sorpresa fue mayor al ver que Démian no estaba solo, es más, estaba tirado en el suelo, abrazado junto a lo que parecía ser un chico de último año sin camisa. Se agacho y zarandeo a Démian para que se despertara, pero al ver que esto no causaba efecto decidió intentar despertar al mayor que en estos momentos se aferraba a su amigo como si de un peluche se tratara.

- ¡Hey asaltacunas!- Al ver que aquel extraño no se despertaba su única solución fue seguir gritando.- ¡Si no te despiertas llamaré a la policía!

El extraño se limito a levantar la cabeza y darle una mirada asesina a la pelirrubia, para después dar un suspiro y volver a dormir, abrazando aun mas fuerte a Démian. Viviana dio un suspiro y decidió buscar alguna pista de su paradero en las fotos de su celular. Pero tan solo logro encontrar fotos y videos de ella y sus amigos estando borrachos, lo de siempre.

-Ah, me estoy meando.- Le habló a la nada.

La chica vió unas escaleras y decidió subirlas en busca del baño. Al llegar al segundo piso vió una puerta entreabierta, la cual le permitía ver la parte de un inodoro. Entro al cuarto y lo primero que vió fue un cuerpo bastante conocido, tirado en la ducha con la polera llena de vomito.

- ¡Demonios Clara!, ¿Dónde estabas?.- Viviana se acercó a la chica y le quito el pelo de la cara, si, la chica esta hecha un desastre.- Dios, estas asquerosa y nunca habías olido tan mal.

Clara ni se inmutó.

- ¡Clara! ¡Reacciona mierda!

Mismo silencio.

- Clara...- Viviana se acercó a su oído. - Tu mamá esta subiendo las escaleras.- Susurró.

- ¡QUE! - Gritó Clara, despertándose de un salto. - ¡¿POR QUÉ NO ME DESPERTASTE ANTES?!