Capítulo 8

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¡ES HOY! Hoy me voy a casar, anoche no pude dormir de los nervios, no quiero, realmente no quiero casarme con el señor Brightwell. Mi madre me levanto a las 7 de la mañana ¡A las 7 de la madrugada! La boda sería a las 12 del mediodía, ¿Que hago yo despierta a esta hora? Bueno, ella dice que mientras más temprano será mejor, me hizo meterme a bañar por una hora y media, luego hizo que desayunara, pero el plato no estaba lleno para que no me sintiera pesada una vez que me pusiera el vestido, y esto me hizo preguntarme ¿Por qué me casó de blanco si ya no soy virgen?
Pero ese no es el asunto, me sudaban las manos, exactamente a las 9 me hizo dormir 30 minutos, las chicas del maquillaje y el peinado llegaron a las 10, me rizaron el cabello, me hicieron una coleta y le dieron una vuelta como si fueran a hacerme un molote (chongo, moño, etc.), pero dejaron que un poco de cabello cayera por mis hombros, las del maquillaje me pusieron la base, delinearon mis ojos, colocaron rimel en mis pestañas, colocaron sombra en mis ojos, me pintaron con tonos azules medio claros, lo cual combinaba con mis ojos oscuros, pintaron mis labios de un rojo discreto pero notable, rubor en mis mejillas, más retoques, hasta que me mire al espejo, estaba hermosa. Sacaron el vestido y me ayudaron a ponermelo, me puse los tacones y un lindo collar que el señor Bri... James mando para mi.

-Eres la novia más bonita del mundo. Aunque querer usar el mismo vestido para las dos ceremonias no me parecio en lo mas minimo.

-Es mi boda mamá, y al menos quiero que algo sea como yo quiero.

Estaba haciendo mi mayor esfuerzo para no llorar, arruinaria el hermoso maquillaje que me hicieron, mi madre me decía que estaba hermosa y todo eso, ella llevaba un vestido rosa, se veía bien, no niego que mi mama sea bonita incluso hay personas que dicen que parecemos hermanas.
Eran las 11:30 y las novias nunca llegan temprano, según mi madre, mis madrinas de boda no sabía quienes serían, lo único que hice fue escoger mi vestido, y ya, no se nada de la boda, ni la dirección, no sabia si me casaria primero por la iglesia o el civil.

-Hija, ya es hora de irnos.

Inhale profundo, bien es hora baje las escaleras, mi madre estaba frente a mi, salimos y la limosina estaba afuera esperandonos, el chofer abrió la puerta, mi mama me dejo subir primero y despues subio ella.

-Sonríe, recuerda que se supone que debes de estar feliz.

-Si mamá.-suspiré.

-Estas hermosa.

Hice una mueca, ¿Sera que puedo arrepentirme? mire por la ventana, ya no volvería a este vecindario, viviría en un lugar completamente diferente.

-Se que este tiempo que estarás en ese lugar te parecerá eterno, pero es para que las dos podamos estar juntas.

-Mama, ¿Me quieres?

-Claro que si, eres mi hija. Yo te dila vida y debo de quererte, fuiste parte de mi nueve meses, ¿Por que?

-Siempre me sentía rechazada por ti, pensaba que me odiabas.

-Nunca pensé que sentías eso. Te prometo que todo estará bien mi querida Eileen.-sonrió.

-¿Prometes no dejarme sola?

-Lo prometo.-me tomo de la mano, nada, como siempre dudaba de lo que decía.

Ella no se iria, menos sabiendo que me casare con un tipo de dinero, tendría que acostarme con ese sujeto, y lo soportaría, debía de hacerlo, ¿Que será de Mike? El estará maldiciendo mi nombre en estos momentos por renunciar a lo nuestro.

-Ya llegamos.

Bien, es hora. Bajamos de la limusina, había varios invitados de los cuales desconocía nombres, ¿Como los reunio a todos en 6 días? Mi madre se fue a sentar, camine por el largo pasillo, forcé una sonrisa de modo que me saliera lo más natural posible, James me sonreía mientras caminaba hasta el, al llegar tomo mi mano y no dejaba de sonreír, comenzó la ceremonia, el padre nos hacia orar, mientras nos decía sus sermones por mi mente pasaban tantas cosas.

-Eileen Miller, acepta usted al señor James Brightwell, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe.

Trate de controlar mi respiración, ¡NO! No acepto a este hombre, porque solo necesito su dinero para mi madre moribunda.

-Acepto.

-Y usted señor James Brightwell, acepta a la señorita Eileen Miller, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe.

-Acepto.

-Si alguien se opone a esta boda que hable ahora o calle para siempre.-se hizo un enorme silencio, todavía tenía la esperanza de que Mike llegará.-Ante el poder que la iglesia me ha dado los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Se acerco a mi besando posesivamente mis labios, estaba hecho y no habia vuelta atras, me habia casado con James Brightwell. No había vuelta atrás.


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Gracias por leer
Besos 😘😘.

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