Demon. ❞ ( kookmin )

( O5. )

Estabas muy asustado, pude notarlo en tu mirada.

Suplicaste que no hiciera nada de lo que después me arrepentiría, y tenías razón. Me arrepentiría de haber agarrado aquel cuchillo ubicado en la cocina.

Realmente no estaba conciente de lo que hacía, pero ellos guiaban mis acciones.

Me acerqué a ti, y pude ver como lágrimas de tus hermosos ojos caían. Esos hermosos ojos que ya no vería cada mañana.

Quería parar, pero no podía, me impedían luchar contra ellos y perdí las pocas fuerzas que tenía.

Tomé tu cuello con brusquedad y te levanté. Mientras tú tratabas de zafarte, yo te decía cosas que ahora no puedo recordar, a excepción de las tres últimas palabras.

"Lo siento, Jiminnie.", dije antes de apuñalarte tantas veces.

Tu cuerpo cayó al piso y pude ver la sangre que lo cubría. El pequeño cuerpo que ya no tocaría, que ya no sentiría sobre mi piel.

Me arrodillé y tomé tus manos, estaban frías. Acerqué un poco mi rostro al tuyo, y besé tus mejillas.

Miré hacia el bolsillo de tu pantalón y saqué lo que había ahí. Era una pequeña caja que contenía dos anillos de pareja. Hoy era nuestro aniversario.

El tiempo se detuvo en ese momento, e imaginé nuestra cena, la que estabas preparando hace unos minutos.

Agarré tus manos nuevamente, y grité, de frustración, de cólera, de dolor, de tristeza. Me había convertido en la peor cosa del mundo. Sabía que ese era mi final, ya no tenía nada, toda mi vida eras tú, y ahora te fuiste, por mi culpa.

Por mi maldita culpa.