¡Estoy tan emocionado por al fin lograr mi sueño! Ir a Marte para habitar el planeta y comenzar de nuevo la sociedad, lejos de contaminación y prejuicios sociales, es lo que anhelaba desde joven.
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Acabo de aterrizar y no puedo creer lo que veo; ¡Hay personas viviendo aquí! Todo se ve tan, perfecto. Hay automóviles autónomos, hay enormes edificios, hay personas ayudándose y quién sabe qué más.
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Ahora estoy un poco nervioso, unos autos vienen hacia mí y no sé lo que me harán, aunque estoy seguro que no será algo malo pues se ven muy pacíficos. ¡Es increíble! Hablan español a la perfección; me dicen que me llevarán con lo que mi sociedad llama “Rey” para que yo reciba el mejor trato posible. Pero algo me desconcierta; tienen una apariencia de humanos, la estatura, los tonos de piel, la forma de sus cabezas y caras; son humanos pero, no tienen ojos. Es un poco incómodo pero no me parece correcto preguntar cómo perciben lo que hay a su alrededor.
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Llegamos con el Rey. Me dice que no esté nervioso. No me permiten acercarme a él así que no lo veo a la perfección. Me asigna una casa y me presenta con las personas, o mejor dicho marcianos, con los que me voy a quedar.
A mi parecer parecen somnolientos pero supongo que no es anormal. La familia con la que me quedo está conformada por una madre, que dice llamarse “Mariposa Monarca”; un hijo y una hija.
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Ya es de noche, pero no puedo conciliar el sueño; en mi recámara, justo frente a mí, hay varios dibujos: uno de una familia que se muestra muy infeliz, otro de una persona con un plato en la cabeza y unos espaguetis sobre él, otro de una persona que sí tiene ojos, y en uno de ellos hay dos pupilas. Todos parecen dibujados por un niño de, no sé, 5 años quizás. De pronto, escucho un fuerte ruido que viene de afuera de mi cuarto, alguien trata de abrir la puerta. Es el hijo de Mariposa Monarca, parece fuera de sí, como si estuviera… ¿Drogado? Me ataca y no encuentro cómo reaccionar; es prácticamente un niño, como de catorce, atacándome. Le arrojo lo primero que tomo y se desmaya.
Salgo corriendo sintiendo algo pegado a mis zapatos pero no volteo a ver, hasta que llego al palacio del Rey. Entré a la fuerza, y veo todo a oscuras.
Entro en el castillo, muy viejo para ser una sociedad muy avanzada, y veo luz saliendo de una puerta mal cerrada. Antes de entrar tomo lo que hay en mis zapatos y me doy cuenta que son los dibujos.
Los observo mientras entro y quedo paralizado con lo que hay frente a mis ojos: el Rey y Mariposa Monarca están dando choques eléctricos a una persona con un casco sobre su cabeza, y volteo a ver uno de los dibujos con la misma escena; Mariposa Monarca, y sus hijos son muy similares a los personajes en otro dibujo; y el Rey, puedo ver claramente, tiene ojos; uno de ellos con dos pupilas.
Cuando terminan de darle los choques a aquél hombre, lo drogan; ahora lo ponen frente a una pantalla y le dan ordenes, como si lo estuvieran hipnotizando.
Ahora pasan a otro hombre que parece tener problemas mentales y le hacen lo mismo. Y así pasan toda la noche con la misma clase de personas.
Entro en otro cuarto antes de que amanezca y veo un monitor gigante con cámaras sobre toda la urbe; no estoy en otro planeta, sigo en la tierra; me gustaría estar en una simulación pero por lo que observo, así es la tierra ahora.
Todos los que ingresaron a la sala de choques eléctricos “aterrizaron” igual que yo, en varias partes del planeta.
Todos los que entraron tienen enfermedades mentales, les hicieron creer que son astronautas y que hay vida en otros planetas, no sé qué pueda pasarme ahora que los descubrí.
Retrocedo unos pasos y me topo con unos guardias. Me llevan a la sala de choques eléctricos y me conectan.
Quisiera saber desde cuándo pasa esto, quién soy yo, porqué lo hacen, porqué nadie tiene ojos; pero nada tendrá respuesta. Están encendiendo la máquina, sólo puedo pensar que no hay nada que hacer, es mi fin y, quizá, el de la humanidad...
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Viaje espacial
Science FictionContinúa entreteniéndote, continúa viviendo a través de una pantalla. Los alienígenas somos los únicos que no hemos sido alienados...