Todo era oscuro y solo escuchaba voces, pero no lograba entender lo que decían. Y no lograba verlos bien. Solo sombras muy borrosas, como un sueño o un recuerdo de mi niñez, nada más.
Me sentía asustada y triste, no sabia que hacer. Pero entre tanta confusión y caos logre ver un color, era el azul marino. Muy profundo como el océano, casi podía sentir como si yo estuviese en él. Y tenía razón.
Después de ver ese azul pude reconocer lo que había a mi alrededor y de quien provenían esas voces. Eran cuatro personas, dos chicos y dos chicas. Las chicas parecían mayores a ellos y vestían ropas muy antiguas. Algo les sostenía el cabello, aún no lograba ver que era. Pero eso era lo que menos me preocupaba. Ellos me miraban fijamente hasta que una de las muchachas rompió el silencio.
—Ya despertó ¡Genial¡—dijo en tono sarcástico y notablemente ansiosa— ¡Ella no es este mundo!
—Cálmate Thalia—dijo uno de los chicos con paciencia y un poco preocupado—Quizás ella ni siquiera recuerde quién es o de dónde proviene.
—Es cierto—dijo la otra chica, tratando de apoyar a su amigo—El portal no permitiría que sus recuerdos se guardaran. Nos perjudicaría a todos.
—Además si logro superar el portal es porque al menos una parte de ella es genuina—dijo el otro chico—Debemos de decírselo a Estéfano, él sabrá que hacer. Y si debemos matarla o no.
¿Matar, portal, genuina, otro mundo? ¿De qué hablan? y más importante ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? Mi cabeza duele y mis oídos también, me siento mas pesada y... porque me están mirando tan fijamente.
Personalmente la mirada de la tal Thalia me asusta, sus ojos esmeralda... intimidan incluso al mas valiente. Me debo levantar y decir algo, odio que me observen como a un ratón de laboratorio.
Intento levantarme, en verdad me siento muy pesada. Consigo ponerme de pie e intento hablar. Pero ninguna frase sale de mi boca, es como si supiera el significado de las palabras pero no su pronunciación. No puedo rendirme tengo que intentarlo.
Do..la.t.no—dije un balbuceo que ni yo entendí. Lo que en realidad quería decir era ¿Dónde estoy? y no habia conseguido decir ni la mitad de eso.
¿Qué dijo?—dice uno de los chicos mirándome con una mueca de desagrado
¿Acaso dijo Dolatno?—dijo el otro con ojos curiosos. Me enojé conmigo misma y con ellos.<<Piensen un poco—dije para mis adentros, ya que obviamente no podía hablar— Si no soy de este mundo ¿qué es lo primero que preguntaría?>>
Mi cara no podía ocultar mi disgusto y ellos se dieron cuenta, pero me calme cuando una de las chicas se acerco a hablarme.
Hola—dijo en un tono amable—Mi nombre es Diana y ellos son Christopher, Alexander y Thalia. Bienvenida a ''Vathéon''- Una sensación de miedo y a la vez emoción recorrió mi estómago. El saber quien soy de repente no me resultó tan importante. Sólo tenía una pregunta más ¿Dónde es ''Vathéon''? No tardé mucho tiempo en darme cuenta, estaba rodeada de agua y muchos animales marinos.
¡Así es! Estaba en medio del océano y era hermoso. De no ser porque no se que está pasando me quedaría a admirar la vista.