ChenLe lo miró, curioso. Sabía que seguiría hablando, y esperó.
-Mire usted nuestro arquero -efectivamente el viejo señaló a Heachan, que estudiaba el partido desde su arco, las manos en la cintura, todo un costado de la camiseta cubierto de tierra-. La continuidad de la nariz con la frente. La expansión pectoral. La curvatura de los muslos. La tensión en los dorsales -se quedó un momento en silencio, como para que ChenLe apreciara aquello que él le mostraba-. Bueno... Eso, eso es la escultura...
ChenLe adelantó la mandíbula y osciló levemente la cabeza, aprobando dubitativo.
-Vea usted -el viejo señaló ahora hacia el arco contrario, al que estaba por llegar un córner- el relumbrón intenso de las camisetas nuestras, amarillo cadmio y una veladura naranja por el sudor. El contraste con el azul de Prusia de las camisetas rivales, el casi violeta cardenalicio que asume también ese azul por la transpiración, los vivos blancos como trazos alocados. Las manchas ágiles ocres, pardas y sepias y siena de los muslos, vivaces, dignas de un Bacon. Entrecierre los ojos y aprécielo así... Bueno... Eso, eso es la pintura.
Aún estaba ChenLe con los ojos entrecerrados (aunque desde el punto de vista de los demas los ojos de ChenLe estaban cerrados) cuando al viejo arreció.
-Observe, observe usted esa carrera intensa entre el delantero de ellos y el cuatro nuestro. El salto al unísono, el giro en el aire, la voltereta elástica, el braceo amplio en busca del equilibrio... Bueno... Eso, eso es la danza...
ChenLe procuraba estimular sus sentidos, pero sólo veía que los rivales se venían con todo, porfiados, y que la pelota no se alejaba del área defendida por Haechan.
-Y escuche usted, escuche usted... -lo acicateó el viejo, curvando con una mano el pabellón de la misma oreja donde había tenido el auricular de la radio y entusiasmado tal vez al encontrar, por fin, un interlocutor válido-... la percusión grave de la pelota cuando bota contra el piso, el chasquido de la suela de los botines sobre el césped, el fuelle quedo de la respiración agitada, el coro desparejo de los gritos, las órdenes, los alertas, los insultos de los muchachos y el pitazo agudo del referí... Bueno... Eso, eso es la música...
ChenLe aprobó con la cabeza. Los chicos no iban a creerle cuando él les contara aquella charla insólita con el viejo, luego del partido, si es que les quedaba algo de ánimo, porque la derrota se cernía sobre ellos como un ave oscura e implacable.
-Y vea usted a ese delantero... -señaló ahora el viejo, casi metiéndose en la cancha, algo más alterado-... ese delantero de ellos que se revuelca por el suelo como si lo hubiese picado una tarántula, mesándose exageradamente los cabellos, distorsionando el rostro, bramando falsamente de dolor, reclamando histriónicamente justicia... Bueno... Eso, eso es el teatro.
ChenLe se tomó la cabeza.
-¿Qué cobró? -balbuceó indignado.
-¿Cobró penal? -abrió los ojos el viejo, incrédulo. Dio un paso al frente, metiéndose apenas en la cancha-. ¿Qué cobrás? -gritó después, desaforado-. ¿Qué cobrás, referí de mierda?
ChenLe lo miró atónito. Ante el grito del viejo parecía haberse olvidado repentinamente del penal injusto, de la derrota inminente y del mismo calor. El viejo estaba lívido mirando al área, pero enseguida se volvió hacia ChenLe tratando de recomponerse, algo confuso, incómodo.
-...¿Y eso? -se atrevió a preguntarle ChenLe, señalándolo.
-Y eso... --vaciló el viejo, tocándose levemente la gorra--...Eso es el fútbol.
Sofia POV
Logre visualizar a mi abuelo junto a un chico, alto, blanco y cabello rubio. Lentamente me acerqué a ellos, mientras me acercaba miraba la cancha, estaban jugando fútbol, una de mis mayores pasiones
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La Cancha de Futbol (Mark-NCT DREAM)
FanfictionHistoria inspirada en el libro "Viejo con Arbol", espero que les guste 💕 Publicada: Domingo, 19 de Marzo del 2017