- ¡¿Q-qué tú... Qué?!-Casi gritó, Yiro, al hacer la pregunta.
Sam sólo se quedó callada, miraba al suelo con algo de frustración y apretaba un poco los puños.
Sorpresivamente golpeó el suelo antes de cerrar los ojos, arrepientodose de habérselo dicho.
"N-no debería... Pero hemos llegado muy lejos... Supongo que lo merece"
Tragó un poco de saliva, Espero a que su pierna se recuperara un poco y se sentó poniendo sus piernas apegadas a su pecho, recargando el mentón en sus rodillas.
Mientras tanto Yiro sólo la veía asustado y algo frustrado.
Cómo era posible que su mejor amiga le escondiera algo tan importante.
-Fue... Fue tu culpa...- susurro Sam-Bueno, realmente fue culpa de ambos...
-¿P-pero de qué hablas? - Yiro, Preguntó con timidez.
Ella Suspiró y finalmente se levantó.
Sin explicación alguna, Sam se echó a correr hacia la parte más profunda del bosque (Más aún que donde se encontraban ahora).
-¡¡S-sam!!
Yiro gritó al ver como Sam huía.
En ese momento un sin fin de preguntas se formaron en su mente.
Decidió Seguirla, pero no lo hacía por curiosidad, más bien estaba enojado. Sabía que ella estaba evitando el tema por alguna razón: Para él eso significaba que no le tenía confianza alguna.
"¡¿Por qué huyes!?... ¿Qué fue lo que pasó..?"
Mientras tanto, Sam, mantenía su mente en blanco, Sus piernas no presentaban ningún peso, sus brazos se movían como si acabara de empezar a correr y su respiración era normal, era como si su cuerpo no fuese real.
Al contrario de Yiro quien estaba en su límite, las piernas le dolían y su respiración era fuerte.
*****
Luego de un par de minutos, Sam, entró a una especie de túnel al pie de una pequeña montaña, Yiro entró detrás, y por cada paso que daba, más oscuro se ponía el camino. Provocó que Yiro se cayera y gritara un par de veces.
También lo asusto un poco, pero seguir a Sam ahora era su único objetivo.
Dentro del túnel, sólo se podían oír algunas pisadas, unas gotas de agua que caían a pequeños charcos Yuna especie de chillido (Parecido al de los murciélagos).
-S-sam... ¡SAM!
Dió un grito corto justo al termino del túnel.
-¿P-pero... Qué?- musitó Yiro.
Sam estaba al borde de un precipicio de piedra.
Si uno volteaba hacía arriba, todo estaba nublado, alrededor no había más que niebla y el sonido un tanto incómodo de dos ríos desembocando en un lago.
-E-esto es ... - Yiro hablaba entrecortado. Parecía que quería preguntar algo.
-Si...- Respondió Sam -Este es lugar... Donde «eso» pasó...
Yiro cayó hacia atrás por la impresión que recibió, empezaba a recordar cada parte de lo que había pasado: Los gritos de terror de Sam, un puente colgado cayéndose... Y la desesperación apoderándose de él.
Sam se quedó pensando un poco antes de seguir hablando, tal vez trataba de pensar en una buena forma de decírselo mientras veía al precipicio sin fondo, abajo no había más que una caída libre infinita y llena de niebla.
Sam tosió un par de veces, comenzando a hablar con un tono un tanto seco.
-Hace 8 años, cuando empecé a hablarte por primera vez, te propuse ir al bosque sombrío... Tus padres se opusieron, Pero, te convencí de escaparte conmigo... De verdad, me arrepiento de eso...
-S-si... Si lo recuerdo...
Yiro podía visualizar en sus recuerdos a la pequeña Sam, de 6 años, llevándolo de la mano hacia las profundidades del bosque. Era un poco borroso pero podía recordarlo.
-Yiro... ¿Recuerdas lo que es un «No muerto»?- Sam interrumpió los pensamientos de él con la pregunta.
-Si...- Susurro Yiro, mientras veía el suelo decaído -C-uando un humano, muere y su alma no puede dejar su cuerpo físico... - Yiro trató de recordar lo que una vez leyeron en un viejo libro de Magia Antigua, el cual su padre les regaló-No... Cuando el alma toma una forma física ya que fue rechazada por el cuerpo... ¿Cierto?.
-Exacto- Añadió Sam con un tono lúgubre -Eso me pasó a mí hace 8 años... Aquí solía haber un puente, siempre estaba soleado y Los ríos dejaban caer un agua clara y limpia.
-¿P-pero qué tiene que ver eso con lo que te pasó a ti? ...- Yiro levanto un poco la mirada al sentir que Sam lo observaba.
-Nosotros solíamos jugar aquí- Ella se cruzó de brazos y dió un paso más quedando en la orilla de la parte de piedra sobre donde estaban. Suspiro antes de seguir -C-creo que mi cuerpo real está allá abajo... Me gustaría pedirte que fuéramos a recuperarlo, pero es muy peligroso... Me importas mucho Yiro y no quiero que algo Te pase por mi culpa.
-¿Es por eso q-qué no querías decirme?... Pensabas que si yo me daba cuenta, ¿Quedaría ir a la fuerza a recuperarlo?
-Como te conozco... Si...- Sam respondió con un suspiro.
Por unos instantes, el silencio los invadió, sólo podía escucharse el graznido de los cuervos y el agua fluyendo en abundancia, pero a simple vista, todo lo que había eran raíces podridas y Niebla, densa y oscura niebla.
-Continuaré un poco... Luego de cruzar por el viejo puente, Tú y yo llegamos a la parte clara del bosque... Recuerdo que tú traías una chamarra blanca y pants negros... Hacía frío... Aunque estaba soleado.
Luego de Jugar y que yo descubriera mi magia, volvimos a casa...
-Y el puente comenzó a desprenderse... Gritaste y me empujaste a la orilla... Traté de alcanzar tu mano, pero no pude hacerlo. El puente cayó y sólo te miré caer al vacío... ¿Verdad?- Yiro interrumpió a Sam, y hablaba con un tono tan deprimente que cualquiera a su lado sentiría lástima.
-Si- contestó Sam con el mismo tono y se quedó callada.
Ese día, Yiro se quedó horas mirando abajo, se deprimido tanto que pensó en lanzarse, No pudo hacerlo.
Cuando llegó a su casa, lloró horas y horas, lamentándose del por qué no ayudó a Sam en esa ocasión... Pensando
"¡Por qué es todo lo que puedo hacer!"
-... Al día siguiente, Fui a tu casa, toque la puerta y tú pensaste que sólo te habías quedado dormido en el precipicio, te hice pensar que todo fue un sueño... Y salimos a jugar como siempre.
Sam bajo la mirada con ganas de llorar.
-Sam... ¿¡Por qué no me lo dijiste antes, acaso no me tienes confianza!?
¡¿No dijiste que era tu mejor amigo?!
Yiro abrazo su abdomen sentado en el suelo y empezó a gritar con los ojos llorosos. Recordando cómo debió sentirse ella, sobre todo, como se sintió el esa vez.
-¿¡Acaso no me quieres!?
-...- Sam no respondió.
-¡Contéstame Sam!
-¡Te amo!- ella no aguanto más y le gritó de igual forma - P-Por eso no quiero que te arriesgues por mí... es sólo un cuerpo inútil... Si te pasará algo, yo, N-no se qué haría...
Sam abrazaba Su cuerpo de igual forma que Yiro y hablaba mientras veía el suelo, dejando caer todas sus lágrimas.
-...
Yiro sólo se quedó callado, Llorando en silencio. Lo que dijo Sam le sorprendió, pero ahora se sentía más deprimido que sorprendido.
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The Land Of Death: Hiruque
FantasyMi vida en Hiruque, o la tierra de la muerte (como le quieras llamar) era tranquila... hasta que mi mejor amiga me confesó lo que años atrás, yo, había provocado...