The Circus【JongKey】

XX

— ¡Taemin, sal de ahí! ¡Es una trampa!

Y antes de que Taemin pudiera contestar, todo se volvió negro en la pantalla.

— ¿Taemin? —miró a la pantalla esperando respuestas.

Nada.

Ni imagen, ni audio.

Nada.

—No, no, no —comenzó a teclear cosas en su computadora. Lo que sea, algo para restablecer la conexión — ¡Maldición!

Hyejin se hizo hacia atrás, tomando su cabeza entre sus manos.

— ¡Dijiste que estarían ahí! —Jonghyun le gritó, también comenzando lentamente a desesperarse.

—Yo... Yo... No pensé que —hundió su rostro entre sus manos, largando un suspiro —No pensé que usaría el otro lugar.

—Los mandaste directo a una trampa —Jonghyun estaba completamente furioso, su respiración había empezado a acelerarse por el nerviosismo.

Ellos habían sido llevados a una trampa. En este momento podían estar luchando por su vida, heridos, ¡o incluso muertos! ¡Quién sabe cuántos hombres había allí esperándolos!

— ¡Yo no sabía! —jadeó ella mirándolo — ¡Pensé que estaría ahí! ¡Jiro jamás se atrevió a ir al otro edificio!

— ¡Es tú culpa! —enfatizó cada palabra, señalándola.

—Hey, hey. Suficiente —detuvo Minho —Ellos están bien. Conseguí restablecer la señal de audio, al parecer la cámara se rompió.

Jonghyun se acercó rápidamente tomando un auricular al sentarse a su lado, apresurado.

— ¿Qué sucede? —preguntó confundido al escuchar ruidos.

—Están inconscientes. Se los están llevando, son dos. Una mujer y un hombre.

Hyejin largó un pequeño suspiro, acomodándose el cabello rubio detrás de su oreja. De sus bolsillos sacó dos pequeñas jeringas con un líquido transparente.

—Bien... Esto no funcionó como lo planeado —dijo destapando cada jeringa, tirando un poco del líquido para probarlo.

— ¿Te refieres a la trampa a la que los mandaste?

Ella sonrió detrás de ellos. —Hora de dormir, bebés.

Les inyectó a ambos en el cuello, vaciando el contenido siendo demasiado tarde para ambos al reaccionar, mas cuando se levantaron para luchar sus vistas comenzaron a nublarse, perdiendo el conocimiento lentamente.

Hyejin los miró y negó con la cabeza, caminando con sus tacones que resonaban en el suelo hasta llegar a ellos rodeando el sillón. Cruzó sus brazos al verlos desvanecidos, haciendo una pequeña mueca de disgusto.

—Sus novios van a matarme —se tomó unos pequeños segundos para pensar, antes de dejar ver una pequeña sonrisa traviesa en su rostro —Si es que llegan a enterarse.

Su teléfono sonó en su bolsillo, a lo que rodó los ojos antes de atender. Sabía perfectamente quién era.

— ¿Quieres darme una razón del por qué nos mandaste a una dirección equivocada? —Hwasa sonrió.

— ¿Debería?

— ¡Ya hemos hablado sobre esto!

— ¿Ya hablaste con Jiro? —escuchó un bufido de otro lado.

—Me llamó cuando venía para acá. Estoy por llevar a Taemin con él —contó. Hwasa escuchó una voz femenina de fondo —De verdad, ¿por qué lo hiciste? Pensé que teníamos un plan.