¿¡Atrapado en Steven Universe!?

1.- Adaptarse a Ciudad Playa

2:30 AM

—Un capítulo más y ya...

Jamás debí haberlo dicho.

12:30 PM

— Steven, es hora de levantarse —la dulce voz de Perla hacía eco en mi mente.

—No quiero mami

— ¿Steven pero que tienes? ¿No quieres acompañarnos a una misión? —sonaba preocupada por el tono de su voz.

Abrí mis ojos. ¿¡Que éra aquello!? ¿Estaba teniendo una pesadilla, un sueño o alucinaba?

Luego llegó Amatista.

— Que onda viejo —me sonrió despreocupadamente, como ví que solía hacer en la caricatura.

— Oye Amatista, ¿puedes golpearme en la cara? —mi voz sonaba justo como la de Steven.

No pasaron ni cinco milesimas de segundo para que me diera una ligera bofetada que me quitó el poco de sueño que me quedaba, y la impresión de que estaba soñando, porque sentí al poco tiempo un ligero ardor en mi mejilla.

—¡Amatista!

— El me lo pidió, no me puedes culpar —le sacó la lengua, divertida.

—Está bien Perla, tranquila. ¿Y León?

— ¿León? El está afuera con Connie —sonrió ligeramente y continuó—. Ella estaba esperando a que despertaras para que entrenaran juntos como Stevonnie. ¿Lo olvidaste?

—Ah, lo siento, lo que pasa es que siento haber tenido una pesadilla antes de ir a entrenar—mentí—. ¿No habías dicho que era una misión?

—Oh no Steven, era por ver si despertabas más rápido de lo usual. Lo siento.

— Tranquila, no hay problema —sonreí—. ¡Vamos a entrenar!

Cuanto más tiempo pasaba con ellas, más me encantaba estar en ese fantástico mundo, tan real y a la vez, todo lo contrario.

Ver tantas cosas, conocer a Lars, Sadie, al hijo del alcalde de Ciudad Playa y a Connie, fue lo mejor que me pudo pasar. Aún no me creía que estaba allí, en Ciudad Playa. Allí en esa caricatura.

— Hoy te ves más emocionado que de costumbre, Steven —Garnet sonrió—. Me alegra ver que estás bien, después de haber tenido una pesadilla.

— Eh si, estoy bien —una pequeña gota de sudor corrió por mi frente—. Solo me levanté un poco agitado es todo.

—Que bueno estés bien.

— Oye Garnet, ¿cuánto tiempo puedes desfusionarte? —pregunté curiosamente.

—No lo sé, vamos a ver.

Y en ese preciso instante, aparecieron frente a mi Rubí y Safiro. No pasó ni un minuto para que se volvieran a fusionar.

—¿Cuánto tiempo estuvimos separadas?

—Ni un minuto.

Garnet sonrió, Perla rió y comenzó a contarme una de las anecdotas de sus peleas contra los ejercitos de Cuarzo Rosa, y Amatista se comió la lata del refresco que bebía. Todo mientras ibamos a casa.

¿Hasta cuando terminaría ese sueño tan increíble?

N/A: Hola! Espero les haya gustado y hasta el próximo cap!