Minah

Capítulo 1.

~Narra Minah~
Era sábado por la mañana, por alguna extraña razón me levanté muy temprano, eso sólo sucedía cuando algo malo pasaría y algunas veces era lo contrario, decidí bajar para comer algo, ahí encontré a mi Nana, la única que a cuidado de mi desde que tenía 5 años, ¿La razón? Mis padres fallecieron en un accidente de auto, estaba en la mesa leyendo atentamente un carta.

-Buenos días Nana- dije haciendo una reverencia.
-Buenos días mi niña- dijo sin despegar la vista de la carta.
-Nana, ¿que lees?- pregunte mientras tomaba una taza.
-Una carta de tu escuela, pidiendo autorización de que vallas a París de intercambio- comento muy contenta pero a la vez triste.

Eso no era cierto, en la preparatoria a la que asistía estaba muy grande y contaba con más de 1000 alumnos, era muy difícil estar entre los primeros lugares, por suerte obtenía el 3ro, pero ¿porque yo? No tengo alguna habilidad más que estudiar, comer, dormir, por la impresión tire la taza haciendo que mi Nana se levantará asustada.

-¿Que pasa?- pregunto preocupada.
-No quiero ir, no tengo ninguna habilidad, no se ni sí quiera estar en un pie, soy muy desastrosa y para sacar buenas notas sabes que estudió un día antes como loca- dije desanimada.
-Claro que tienes habilidades, además no es por tener buenas notas o tener alguna habilidad, la carta dice que seleccionaron a 2 alumnos de distintas escuelas por su comportamiento y trato con los demás, tu eres muy amable con todos y muy linda por eso te eligieron- dijo con una sonrisa.
-No lo se, al menos ¿irás tu?- sí contesta que sí claro que me voy.
-No, pero descuida, volveré a mi pueblo natal con mis hermanas, hace mucho que no las veo- dijo sonriendo.
-Hay Nana no lo se, soy menor de edad para viajar sola- dije muy triste no me quería ir sin ella.
- Sólo será poco tiempo- comento.
-¿Un mes?- pregunte.
-Ah como decirlo, es un... año- dijo nerviosa.
- No iré, no quiero estaré lejos de la única persona que existe en mi familia- dije triste.
-Tenemos celulares cariño- dijo mostrando el suyo.
-No es lo mismo, hay Nana no quiero- dije haciendo un puchero.
-Subamos para alistar tus maletas, el lunes por la noche sale el avión- comento despreocupada.