¡Buenas! Aquí Toiuko preguntándose si debería subir esto o no. Bah, eso no viene a cuento.
En fin, tuve esta idea hace tiempo y llevo desarrollándola desde entonces. Aunque sé que el fandom de JoJo no es muy dado a leer (o escribir, quien sabe) fanfics, al menos no el de habla hispana. Pero me arriesgaré.
Supongo que esta será la primera y última nota que escriba, para no perder el hilo. Si tengo que hacer alguna aclaración en el futuro, lo haré.
¡Advertencias!: esto es una AU. No tiene nada que ver con la línea temporal de JoJo. No hasta mucho después. Igualmente contiene spoilers del manga, avisados quedáis. También contiene Ocs. Podría decirse que esta parte es casi original, de no ser porque salen personajes y datos de JoJo. Consideradlo... ¿la parte 0? Es el desencadenante de todo, así que supongo que sí.
Dadle una oportunidad, hay cosas que no se explican hasta mucho después XD
Espero que os guste :D (y que no me llegue mucho hate, dios :'/).
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El chico se encontraba en medio de la nada. Flotaba con tranquilidad, concentrado en buscar algo, escudriñando en la oscuridad de aquel lugar. No iba a ser nada fácil encontrarla, pero lo iba a hacer. Todo sea por la voluntad de Univir.
.0.0.0.
Remontando unas horas, cosa algo difícil de calcular, ya que se encontraban en un lugar sin tiempo, Sun se encontraba sentado en la enorme mesa de la sala de reuniones del Palacio Universal, junto con sus iguales.
A sus lados, izquierda y derecha, se sentaban otras deidades como él, Ganymede y Titania. Todos ellos eran dioses pertenecientes al séquito de Univir, o Uni, como le solían decir al Señor del universo. A estos dioses se les otorgaba un nuevo nombre dependiendo de su cargo y su zona o planeta. El ''pseudónimo'' de Sun venía de la gran estrella del Sistema Solar, el Sol.
Uni, sentado en su trono, podía medir al menos tres metros de altura y su piel azulada estaba salpicada de estrellas, planetas y satélites. Era difícil mirarle de frente, te atrapaba en aquel universo que tenía por piel, hundiéndote entre colores azulados y morados. Aquello, además de que sus ojos eran dos orbes de luz -y no, no tenías ni idea de hacia dónde estaba mirando-, hacía complicado mirarle.
-Bienvenidos, mis dioses. Me alegra que hayáis podido venir todos. -hizo una pequeña pausa y todos inclinaron la cabeza con respeto. -Como ya sabréis no os he reunido aquí para el informe de siempre. Hemos sufrido una traición.
Un murmullo de sorpresa surgió de entre la gente. Solo los pocos que se encontraban en el Palacio Universal antes de aquella reunión sabían que había pasado.
-¿Una... traición? -murmuró Sun, estupefacto. ¿Cómo alguien osaría hacerle algo así a Uni? Este vestía con una camisa blanca, con el pecho un poco descubierto y unos pantalones oscuros. Lo que más destacaba era su colgante en forma de sol y sus guantes color beige, con su símbolo en el dorso de la mano: el sol.
-No entiendo por qué tanto revuelo. Tan solo es una deidad Satélite. No es como si un Astro nos hubiera traicionado. -gruñó entre dientes Titania, por lo bajo. Ella se encontraba entre las pocas personas que habían presenciado aquello. Parecía enfadada, porque su pelo, celeste, flotaba un poco y en sus iris dorados empezaban a tornarse azules. Un azul gélido. Vestía un abrigo azul marino que le llegaba a los pies, con cortes hasta el muslo y unas botas altas marrones.
Los dioses se dividían según su poder. Las deidades Satélite eran las más débiles y solo controlaban un planeta. Las Astro controlaban un sistema, entregaban la información a las deidades Galaxia -quienes estaban a cargo de una galaxia, obviamente- y estas se la llevaban a Univir, que era el ser más poderoso del universo.
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Zero Gravity
FantasíaUnivir es el rey del universo, seguido por su fiel séquito de dioses. El Séquito Universal. Fieles siempre a su señor. Nadie se esperaría una traición como la que cometió Moon, con tal de proteger el planeta Tierra. Sun, encargado de la paz en el S...