10- Lazos

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Ya pasaron dos días desde que los padres de Moon llegaron y también mi hermano con mis padres que estaban en casa de mi abuela. No ha pasado mucho desde que se fue Moon, solo que Rach aun sigue extraña, con su mirada alejada como una ave migrante, la cual tiene un rumbo, que solo lo sigue por simple intuición y nada más.

6:57 a.m.

Era una mañana de sábado, tranquila como agua en un vaso de cristal, bueno ni tan tranquila... Sentí algo que estaba a mi lado, susurrando algo que no entendía, me asuste y amenace a ese alguien por lógica...pero era Rach confesando lo que siente.

-Enserio, estoy muy enamora... -interrumpo con unas palmadas en su cabeza.
-¿Qué sucede Rach?
-N-nada Jack... -dijo sonrojada y con gotas de lloriqueo en su cara.
-¿Por qué lloras? ¿Esta todo bien?
-N-no pasa nada, te lo juro, ¿podemos salir hoy?
-Claro -dije con cara dudosa.

Entonces me duche y me vestí con lo casual de sábado, jeans, camisa de manga larga y mis converse favoritos. Salí y rápidamente nos fuimos, ya tenia encendido el auto.

-Como lo encendiste?
-Con los cables, bueno no, tus llaves estaban en tu mesa de noche.
-Oh, bueno y a donde vamos?
-Primero, a desayunar, te digo lo demás después -dijo mientras se hacia una coleta y dejándome en dudas.

Llegamos a un local que se llamaba "Yom, yom" creo que su nombre trataba de explicar que estaba deliciosa su comida o que no tenia ninguna idea y sólo puso lo primero que se le vino a la mente.

Bajamos del auto y entramos, había una señora muy amable despachando, como de unos 70 y tantos años.

-¿En que le puedo servir a esta bella parejita de tórtolos? -dijo la señora muy amablemente y se sentía como si mi abuela me estuviese hablando.
-Em, bueno, a mi me da un café.
-Y a mi un chocolate caliente con un pan de dulce -dijo Rach mientras se soltaba la cabellera.
-Bueno, a mi también me da un pan dulce -dije.

Y llegue a la conclusión de que el nombre era por que estaba muy rico todo, después de el café y el pan dulce pedí una ensalada y estaba de maravilla. Terminamos los dos y estábamos a punto de retirarnos pero la señora nos detuvo.

-Hey, no se vayan aun -dijo la señora.
-¿Qué paso señora? ¿Me falto pagar algo? -dije asustado.
-Jaja, claro que no jovencito, solo que tengo algo que decirles. El que los tres estén en el mismo camino no es coincidencia, es solo que el lazo los une a los tres y aun falta alguien mas. -dijo y me atemorizó la manera en que nos lo dijo, parecía como su supiese el futuro y además sus ojos se tornaron de color gris al momento de decirnos eso.
-Bueno, muchas gracias señora Uosendi -dijo Rach.

»¿Uosendi?« me quede pensando en ese nombre, me sonaba, así que le pregunte a Rach para sacarme de dudas.

-¿Uosendi?
-Con qué reconociste ese nombre -dijo sonriente.
-Si pero no recuerdo.
-Te aclarare tu mente. Bueno ella es una vieja adivina que vivía a unas calles de en hotel donde vivíamos, un día tu, Moon, alguien mas y yo fuimos con ella, ya que nos invito a comer en su pequeño local y pues te traje para ver si recordabas lo que nos dijo esa vez.
-¿Y que fue lo que nos dijo? -pregunte
-Dijo alejados estarán, reencontrarse de nuevo es lo que deben de hacer, el botón, la duda, el amor y desamor, el ganador sera el que aguante hasta que los lazos dejen de obstruir en el camino de el lazo que une a dos personas. Y es lo único que recuerdo de ese tiempo.

Ya no pregunte mas y entonces pasamos a el mismo lago al que fui con Moon y pasamos toda la tarde ahí, caminando, mientras observaba su mirada perdida que buscaba que le salvaran, su voz silenciada, ese sentimiento que causaba el silencio era extraño y más extraño por que mi mente solo pensaba en lo que dijo aquella señora, intentando recordar el pasado.

Y pensando en Los lazos.

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