El Club de Hopewell

Capítulo XXVI: Cinema Infernisso

Allyson salió de la función de cine aquella noche, a la cual había asistido con Jake y Sarah, y ciertamente no estaban contentos; el filme el cual habían visto había sido decepcionante, y es que es bien sabido que cuando uno va a ver algo con el título de "Hércules contra los vampiros mutantes de Marte" es obvio que no vería una gran obra maestra de la cinematografía mundial, pero al menos uno podía esperar ver lo que el titulo prometía.

—¡"Hurra" por Hollywood! —Sarah exclamó—. ¡No sé cómo lo hicieron, pero cuando creí que no podía caer más bajo, salen con esto! ¡Felicidades!

—Sí, eso fue peor que pasar la tarde de domingo con la abuela después de un ataque de catatonía —añadió Jake—. Pero véanlo por el lado bueno: Edward Graham nos invitara la pizza de esta noche.

—¿Quién es Edward Graham? —Allyson preguntó.

—Sea quien sea, ahora su billetera es mía...

Más tarde aquella noche, los tres jóvenes digerían en la casa de Allyson la pizza y las cervezas que contrabandearon con la identificación falsa de Jake (su nombre en la credencial es Kenzo Nintendo, por cierto) mientras que intentaban digerir esa excusa de película con sobreprecio.

—El guion era...espantoso, es decir ¿escucharon como dijo Hércules? "Soy Hércules, y he venido a destruirlos"...  ¡Sonaba como un gigante con síndrome de Down!— Sarah comentó burlonamente, recordando con espanto esas líneas.

—No me hubiera molestado tanto de no ser porque la cosa duro casi tres horas. —Jake mencionó

—Lo sé, es decir ¿Quién escribió eso? —Allyson cuestionó—. Creo que ahora hasta esos idiotas de "Epic Movie" lucen como Orson Wells en colaboración con Ingmar Bergmann comparado con...¡Eso!

—Sí, hasta nosotros podríamos escribir una película mejor...—Sarah mencionó sin mucha preocupación, pero tras ese comentario, una luz de creatividad y de potencial desastre iluminó sus ojos...

—Jake, Sarah... ¿están pensando lo mismo que yo?

—Creo que sí, pero...

—¡Sin referencias a "Pinky y Cerebro" Sarah!

—Oh...entonces no sé...

—Se refiere a que si pudiéramos escribir nuestra propia película, genio— Jake le aclaró.

— ¿Es...en serio? ¿Se puede hacer eso? ¿Se puede escribir una película? —Preguntó Sarah.

—Cualquiera puede escribir—Allyson mencionó—, digo, millones lo hacen y hasta publican sus tonterías por la Internet, como "Los Ruegos Secretos de Sophie" o "Yo, Godzilla"...podemos ser mejores que eso...supongo— Allyson.

Quizás haya sido que estaban cansados, quizás haya sido la hierba que habían fumado la media hora anterior, pero en ese momento, aquella sugerencia parecía una buena idea, y en todo caso ¿Qué tenían que perder? ¿El tiempo? Como si tuvieran mejores cosas que hacer ¿la cordura? ¡Como si hubieran tenido mucha en primer lugar! ¿El dinero? Escribir no cuesta nada, así que acordaron proseguir con este proyecto.

El día siguiente, después de pasar sus horas en ese extraño lugar desconocido para ellos que muchos llamaban "escuela", se reunieron de nuevo en la casa de Allyson, bajo la promesa de que cada uno trajera ideas para este "proyecto" convenido bajo el humo de la cannabis; los tres jóvenes "estudiantes" (risas grabadas por favor), Allyson frente a su ordenador, y Jake y Sarah sentados en la cama de su anfitriona, se preparaban para explayar sus ideas.

—¿Y bien muchachos, qué trajeron a la palestra? —Allyson preguntó.

—Traje más hierba y gotas, ya saben, para los ojos rojos— Jake contestó.