El plan

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-Este es el plan- me dice Jess- te quedas aquí tres días mientras hablo con tu tia para que crea que escapaste de casa. El jueves por la noche tú le robas a mis padres y yo a los Morrison, de acuerdo?
-Y Josh?- preguntó, debo asegurarme que mi hermano estará bien.
- Él nos esperará en la estación del metro. Ya tendrá los pasajes para nosotros. Podremos vivir lejos de aquí, juntos- me dice tiernamente acariciandome con sus fuertes manos el vientre ya un poco abultado. Lo amo, lo amo de verdad. Aún no me imagino dejando este lugar. Todos mis recuerdos están aquí, lo único que me queda de mis padres está aquí.
-Sucede algo?- me dice Jess con mucha preocupación. Me empieza a doler mucho la cabeza y de pronto siento que ya no estoy en la pequeña habitación de la calle 7 que rentamos. Miro a mi alrededor y estoy en casa, no, no con mis tíos y primos, no. Estoy en casa, con mis padres. Los veo sentados frente a la chimenea, sentados en el sillón rojo pasión de nuestra gigante sala. Son imágenes borrosas pero es algo. Luego veo a una chica, tendría unos 12 años, me miraba fijamente , se me acerca y me susurra al oído,
-No puedes.. no lo hagas, no es lo que piensas. Y la imagen de mis padres se desvanece.
Vuelvo a la realidad, Jess me sujetaba en sus brazos y tenía un paño mojado en mi frente.
Me recuesto en la cama y empiezo a llorar hecha un ovillo.
- Quieres algo de comer?- me dice Jess, no le respondo, el dolor de cabeza es demasiado fuerte- unos huevos revueltos? Un poco de cereal? - no puedo hablar.
Él me entrega un plato con cereal y yogurt. Apenas lo acerca siento náuseas terribles y voy al pequeño baño corriendo. Veo todo borroso, la voz de la niña vuelve a sonar en mi cabeza. No lo hagas- me dice- no es lo que crees.
Vomito. Jess se acerca por mi espalda y me acaricia.
- Necesito aire- digo, él abre la vieja venta y el sonido que emite me ensordece por un rato. Me recuesto en la cama mirando hacia la venta, de modo que el aire me cae.
-¿Ya estás mejor?- me pregunta
- Eso creo.
- Debo empezar ya con el plan.
- De acuerdo, te espero aquí- le digo, me da un beso. Tengo miedo, tengo miedo de que le pueda pasar algo.

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